Cuando pensamos en el bienestar de los gatos, solemos enfocarnos en su alimentación, vacunas o entorno. Sin embargo, un aspecto que muchas veces se pasa por alto es la hidratación, un factor clave para prevenir problemas urinarios y renales.
De acuerdo con la Médico Veterinario Zootecnista, Paula Trejo, los gatos, por su naturaleza, tienen un bajo impulso para beber agua. Esto se debe a su origen como especie en zonas áridas, lo que los hace depender en gran medida del contenido de agua en sus alimentos. Por ello, asegurar que consuman suficiente líquido es vital para su salud.

¿Mito o realidad?
Un error común entre los dueños es pensar que el alimento seco provoca problemas urinarios. La realidad es que, cuando está bien formulado, el alimento seco es completo, balanceado y seguro. Lo importante es acompañarlo con acceso constante a agua fresca y, de ser posible, combinarlo con alimento húmedo, que favorece la hidratación diaria.
La dieta húmeda, un gran aliado
De acuerdo con estudios publicados en el Journal of Feline Medicine and Surgery, los gatos que reciben dietas húmedas producen un mayor volumen de orina y con menor concentración de minerales, lo que reduce el riesgo de piedras en vías urinarias.
En este sentido, los sobres de alimento húmedo —como los de Whiskas®, que contienen hasta un 80% de humedad— se convierten en una opción práctica y atractiva para los felinos. Además de hidratar, cuentan con un perfil nutricional completo que ayuda a mantener la salud del tracto urinario, especialmente en gatos mayores, quienes son más propensos a padecimientos renales.

Estrategias para fomentar la hidratación felina
- Colocar fuentes de agua en movimiento, que estimulen la curiosidad del gato
- Distribuir varios bebederos en diferentes espacios de la casa
- Incluir alimentos húmedos de forma diaria para garantizar hidratación pasiva
Un llamado a los dueños responsables
La Médico Veterinario Zootecnista resalta que la prevención siempre será la mejor medicina. Hidratar a nuestros gatos no solo significa dejarles un bebedero; implica pensar en estrategias para que su ingesta de líquidos sea suficiente.
“Con una combinación de alimento húmedo, agua fresca disponible y un entorno enriquecido, es posible prevenir enfermedades y mejorar su bienestar general. En palabras sencillas: hidratar es cuidar, y hacerlo bien puede marcar la diferencia en la vida de nuestros compañeros felinos”, concluyó.