El papa Francisco pronunció un discurso el miércoles en el que expresó su preocupación por la crisis que atraviesan Ucrania y Rusia.
“Invito a todos a observar este 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, una jornada de ayuno por la paz”, prosiguió el pontífice. Añadió que la respuesta correcta a la “diabólica insensibilidad de la violencia” era “la oración y el ayuno”.
El lunes, el presidente ruso Vladímir Putin firmó un decreto confirmando el reconocimiento de la soberanía de las autoproclamadas República Popular de Lugansk (RPL) y República Popular de Donetsk (RPD) en el este de Ucrania. Putin también ordenó a las tropas rusas “mantener la paz” en las regiones escindidas.
El martes, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, confirmó que había emitido un decreto para reclutar reservistas en medio de las actuales tensiones con Rusia por las regiones de Donetsk y Lugansk.
Kiev y Occidente han condenado ampliamente el reconocimiento de la RPD y la RPL, calificando la medida de violación del derecho internacional y de la integridad territorial de Ucrania. Varios países occidentales también han prometido imponer más sanciones a Rusia.
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