Si pudiéramos describir la sensación que nos deja el nuevo disco de El David Aguilar, podríamos decir que el minimalismo es una apuesta muy grande en los tiempos donde el género urbano acapara las vitrinas de la industria musical.
El David Aguilar platicó con Publimetro de manera sencilla y con mucho revuelo, pero no ese revuelo que genera un pánico interno, si no, de esas sensaciones que pisan fuerte para revolucionar la música, o al menos, mover las fibras de corazones caóticos que buscan la calma.
Con 10 canciones que salieron en su nueva producción de estudio, David aterriza su idea de jugar con su voz después de un camino arduo de encontrar su sello característico - el cuál, venía definiendo cada día más-. Sin duda, “Agendas Vencidas” es una invitación cordial del sinaloense a buscar la calma en el caos.
Un disco producido únicamente a guitarra y voz; Publimetro pudo charlar con el artista para conocer un poco más a trasfondo sobre este disco y la opinión sobre la música de autor, un sello muy característico de México y Latinoamérica.
Sin alardear de su buena situación ante los grandes críticos musicales y con un amplio repertorio como cantante, autor y productos, David Aguilar abre su corazón y alma, haciendo una atenta invitación a todos aquellos -fans y no tan fans- a descubrir un género musical que convive a diario con la cotidianidad pero rompe con los estándares de lo popular.
¿Qué tal va el 2022 para El David Aguilar?
-El 2022 está arrancando con mucho misterio, con mucho… sí, diría misterio. Está parte de enero y febrero me he sentido peculiar. Supongo que tiene que ver con la pandemia, que está un poco ciscado con el año y que estás como Juan Gabriel atrás del árbol viendo como va avanzando el año.
Hace nada sacaste tu nuevo disco que es “Agendas vencidas” ¿Cómo te sientes al sacar un disco después de dos años tan terribles por la pandemia y con muchos cambios? ¿Cuál es la sensación de El David Aguilar?
-Justo eso. Siento que este álbum intenta anclarme a algo que ya haya pasado a la pandemia y al mismo tiempo es como poner una marca en un sitio en donde -ojalá- ya empiece a terminarse el tema de la pandemia, conforme pase el año vaya pasando toda la temática y todo lo que lleva. Tiene esperanza ese disco, bebe mucho de la pandemia.
El disco en particular es muy minimalista, sólo tienes cuerdas y voz, ¿cuál es la razón de sacar algo tan sencillo?
Una de las razones es que Adán Jodorosky me propuso hacer este disco a guitarra y voz. Yo ya tenía ganas de sacar algo así, había recibido comentarios por parte de colegas y de amigos muy cercanos que conocen mi trabajo que me dijeron que les gustaba escucharme más con guitarra y voz. Cuando Adán me propuso dije: “es momento de hacerlo” Incluso, es lo que se me da más fácil. Yo estoy en mucho control con mi guitarra y voz, es un área de Comfort en el sentido no negativo, quiero decir, es el área donde soy más yo. Tenía ganas de mostrar esto.
También hay una razón que no he dicho. Yo he estado explorando mucho mi canto en los últimos años, vengo de un evolución del canto. He tenido muchas reflexiones con el canto, no solamente en el aspecto técnico, si no en lo mental. He pensado mucho en el canto y creo que por primera vez en este disco está captado el canto que yo quiero. El canto que yo finalmente puedo proponer, yo puedo sugerir, exponer y a través el cual me puedo comunicar de mayor fidelidad posible de mi pensamiento y de mis emociones. Eso es lo esencial de este trabajo.
¿Cuál crees que sea la canción que debamos de escuchar que sea particularmente “esencial” para el álbum?
-Yo creo que rumbo bello resume más todo, por eso está al principio, por que contiene el lado “melancólico” que tienen otras canciones, pero contiene esa cosa como la hora mágica, la hora del sol, -son cosas muy abstractas pero que yo veo ahí- la velocidad de la canción es particular y el texto, que invita a algo meditativo. Diría que esa, pero son distintas entre si las canciones, no sabría decirte cual.
Siempre pasa que grabas un disco y a los días dices “ay, no sé si esta debió haber entrado” empiezan esa dudas, ¡siempre pasa! Les he preguntado a otros artistas y siempre ocurre, y yo tenía de una canción esa duda antier, pero casualmente ayer vi gente poner frases de esa canción; cuando te echas un clavado y ves, hay mensajes que luego te sirven, pero diría que no te sabría decir. Bueno, en términos comerciales te diría “Rumbo bello” porque comunica el disco y me parece lindo que parezca una puerta.
En la mitad hay un tema que es “Aeropuerto”, yo estoy un poco flechado por ese tema. Recuerdo que cuando la escribí estaba en un estado de inspiración límite. Me gustan los aeropuertos, las transiciones, me gustan donde los puntos se toca algo con otro y siento que un Aeropuerto es eso, a pesar de a que a toda la gente le deprimen, uno de los lugares donde yo puedo estar más en paz es en una sala de espera con mucho tiempo de espera leyendo. Me da una sensación de Comfort, donde llegan y nacen historias y también se terminan ahí. Es como estar en un ombligo de la vida, algo así siento. Y esa canción tiene concretada esa melancolía.
¿Por qué El David Aguilar le apuesta a este tipo de música teniendo un género predominante como es el reggeatón?
-Yo creo que siempre hay un espacio entre la gente que escucha música más meditativa, más lenta. Yo mismo como artista a veces tiendo más a lo lento. Es una cosa que pienso muy seguido, “qué loco que las canciones que más se me antojan escuchar y componer sean más lentas” Yo creo que es porque, como músico, cuando estudias mucho las melodías y las formas, lo que quieres es verlas pasar con más claridad porque una canción es como un lugar, es como si te pasara un carrusel por encima, es un espacio físico, se habita de alguna manera y quieres verlo.
Y la lentitud -ojo, porque también nos hemos hecho una idea de la velocidad en la música. Se van marcando estándares que responden a cosas que no son necesariamente son los estímulos inmediatos emocionales- pero creo que siempre hay un espacio para experimentar el consumo de este tipo de canción que es un poco más íntima, más de cerquita, más susurrado, es como un secreto. Esa es la idea de este disco, ¡no significa que siempre vaya a hacer esto! De hecho yo tengo otro tipo de géneros, a mi me gusta el género urbano, me gusta la base rítmica del regguetón, además es una base que resumen muchos géneros africanos, por eso nos gusta tanto. De mi parte, hay canciones que se perfilan para poder darles ese uso pero siempre voy a tener un pie puesto en lo Folkie, en la canción acústica lenta que tiene un enfoque adverso al canto, que intenta ser una postal que otra cosa.
¿Cómo llevas el sentido de la canción lationamericana como forma de mostrar un sentimiento y en forma de protesta?
-Me gusta mucho estar al pendiente de las nuevas y los nuevos cantautores en Latinoamérica . Yo me siento territorialmente parte de Latinoamérica, así lo veo. México es un sitio especial por el vínculo con Estados Unidos y más ahora que toda la música que está surgiendo en castellano en ese país nos comunica o víncula de una manera diferente con respecto a otros países y siento que por eso nuestro país es especial en este tiempo porque convive con la cultura estadounidense cada vez más y al mismo tiempo es Latinoamérica. México es muy abarcante, así lo veo yo ahora pero me siento muy del espíritu latinoamericano porque convivo con muchos artistas y muchas artistas brasileñas, uruguayas, argentinas, colombianas, españolas. Estamos en esta comunicación constante y me siento como un artista más, parte de un jardín de artistas de estos tiempos y me gusta mucho estar en contacto con gente que tengo mucho que ver y aprender, para “robar” -de forma cariñosa porque ve un destello en los talleres o cursos y las vitalizas para utilizarlas-
Y con respecto a mostrar en la música de autor el pensamiento, la filosofía, yo creo que de eso se trata. De compartir ideas. Me gusta mucho la posibilidad de que la canción se torne al lado social, que las temáticas de las canciones empiecen a incorporar temas que nos incumben a todos, creo que hay gente que lo hace de manera puntual muy bien.
Hay un disco mío que se está cocina que es mucho más social, que tiene que ver con temas vinculados a la masculinidad, al feminismo, a la igualdad, temas sobre la violencia, sobre los sitios. Hay una canción que va sobre “no importa el lugar de donde eres”. Me gusta mucho los diálogos culturales y eso es una observación que tengo constantemente sobre “de dónde eres” y siento que es una idea un poco del pasado, es por poner un ejemplo sobre las temáticas que van existiendo en mis canciones. Este disco intenta aportar más en el área emocional, más íntima. Es curioso que me cuesta mucho trabajo explicarlo.
Existe una generación muy marcada de cantautores que se han colocado en la memoria de la gente como Aute, Serrano, Drexler, ¿El David Aguilar considera estar en una nueva generación de cantaores? ¿Qué estás aportando tú para el género?
Yo creo que soy un cantautor que es parte de una generación de cantautores y cantautoras en castellano que exploran la canción, que son muy conscientes. Yo admiro mucho cuando veo trabajos de canción que se ve que hay un intento de propuesta en la letra y que al mismo tiempo convive con el lenguaje establecido por las mismas autoras a lo largo del tiempo. Me encanta ver que alguien saca una canción.
Sí me siento parte de eso, porque trato de beber mucho de los cantautores que me gustan a mi, como Jorge Drexler, con el que estaba hablando ayer e intercambiamos canciones. Kevin Johnanssen. Los clásicos o clásicas. Yo creo que ahora formo parte de la generación.
¿Algún mensaje que quieras darles a todos aquellos que están apostando por la música de cantautor?
-A lo largo del trabajo se descubre cualquier tipo de encantos. La paciencia es una energía que vale la pena cultivar.