Puebla se ubica en el lugar ocho de las entidades que menos condiciones ofrecen para la entrada, permanencia y crecimiento de las mujeres en la economía; aunque su participación ha crecido en los últimos cuatro años, señaló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En su reporte #ConLupaDeGénero 2022, reveló que la entidad se ubica entre los estados con menos fortalezas para que las mujeres entren, permanezcan y crezcan en sus centros laborales, con una puntuación de menos de 40 de 100 ideales.
En el rubro de entrada, Puebla se ubica entre las siete entidades con menos mujeres que se han sumado a la economía, nuevamente con menos de 40 puntos; entre los aspectos a destacar está que hay mujeres con menos estudios, madres adolescentes, o dedican al menos 64% más horas que los hombres al trabajo no remunerado.
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Participación económica femenina
- 2018: Nacional 43.6% - Puebla 44.2%.
- 2019: Nacional 45% - Puebla 46.7%.
- 2020: Nacional 40% - Puebla 42.5%.
- 2021: Nacional 44.1%- Puebla 44.3%
En cuanto a la permanencia de las mujeres en los centros de trabajo, la entidad se ubica como la quinta con apenas 25 puntos, ya que al menos el 50% de las mujeres reciben un ingreso mensual menor o igual a dos salarios mínimos; laboran jornadas largas; y en el caso de las madres, tienen menor acceso a centros de cuidado o preescolar.
Y cómo vamos en cuanto a crecimiento
En cuanto al rubro de crecimiento, los estados más fuertes en este pilar tienen un mayor porcentaje de puestos de liderazgo ocupados por mujeres. Pero, el estado tampoco se encuentra entre los primeros, pues apenas alcanza los 40 puntos, por lo que se ubica en lugar 21.
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El IMCO destaca que en todos los estados, menos del 50% de las mujeres de 30 años o más tienen un nivel educativo igual o mayor a la educación superior; también; menos del 50% de las emprendedoras son formales y se toman aspectos como el número de mujeres que encabezan presidencias en Congresos y alcaldías.
Las propuestas:
- Establecer un mecanismo de coordinación interinstitucional con el objetivo de atender las necesidades de cuidados de menores, adultos mayores y personas con discapacidad, a fin de reducir el trabajo no remunerado que viven las mujeres, al ser ellas las que dedican el doble de tiempo a labores de hogar y cuidado.
- Generar incentivos para que más empresas implementen políticas vida-trabajo para los empleados, por ejemplo, normas que reconocen a los centros de trabajo que implementan políticas para promover la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.
- Integrar un enfoque de género en los contenidos de ciencia y tecnología de los programas de estudios de educación básica, que permita fomentar interés y capacidades en las niñas por este tipo de habilidades.
- Incentivar la corresponsabilidad de cuidado en la primera infancia a través de permisos de paternidad extendidos; que los estados impulsen que los trabajadores utilicen esta prestación con el objetivo de incentivar cambios en las dinámicas familiares.
