Al menos siete explosiones en talleres de pirotecnia se registraron durante este 2023, cuyos accidentes provocaron la muerte de 13 personas que perdieron la vida y 42 resultaron heridas.
Aunque las explosiones en lugares donde se fabrican o venden fuegos artificiales muchas veces ocurren en talleres sin licencia y con escasas medidas de seguridad, en la mayoría de los casos registrados en Puebla, sí contaban con los permisos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
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El primer incidente ocurrió el pasado 4 de enero, en el municipio de Tepeyahualco, donde se registró el fallecimiento de dos personas y dejó a siete personas heridas. La explosión ocurrió por un presunto mal manejo de químicos al interior del taller de pirotecnia ubicado en la comunidad de Techachalco.
El 27 de febrero, una bodega donde se almacenaba pirotecnia en la localidad de Maxtaloya, en el municipio de Xiutetelco, explotó, dejando una onda expansiva de humo kilómetros más, el taller contaba con permisos del Ejército, aunque no hubo heridos ni muertos.
El tercer caso registrado fue el pasado 3 de abril en un taller de pirotecnia en la junta auxiliar de Ahuatepec, en Tecali de Herrera, en esa ocasión un hombre murió al interior del inmueble.
Otra persona herida fue trasladada al Hospital General de Tecamachalco, pero dos horas después de ingresar al edificio, se reportó su fallecimiento. Este taller también contaba con los permisos de la Sedena para operar.
No así, fue el caso del 31 de agosto, cuando polvorín clandestino explotó en el Barrio de San Estaban, en el municipio de Chiautzingo. El inmueble perteneciente a una familia que fábrica pirotecnia era usado para guardar pólvora.
Elementos de Protección Civil, paramédicos y personal de Seguridad Pública no reportaron pérdidas humanas tras el hecho, solo materiales.
Otra explosión de un polvorín fue reportada en la comunidad de Las Antenas, en el municipio de Xiutetelco, el pasado 14 de noviembre. En el sitio fallecieron tres hombres; se trataba del propietario del polvorín, quien sí contaba con permiso ante la Sedena para la operación, así como sus dos hijos.
Mientras que dos personas que resultaron con heridas graves más tarde perdieron la vida en el hospital de Teziutlán.
Cuatro días después, el 19 de noviembre, en el mismo municipio referido, cuatro personas fueron lesionadas luego de que la pólvora que había sido cargada en una camioneta estallara frente a una casa, por una falla eléctrica, en la localidad de La Reforma; luego se confirmó la muerte de José Luis Santos Pablo, dueño del taller.
Por último, la noche del 13 de diciembre la explosión de una bodega con pirotecnia, en la comunidad Guadalupe Sarabia, dejó como saldo tres personas muertas y 32 heridas, entre ellas cuatro menores de edad. La Secretaría de Gobernación (Segob) de Puebla informó que 12 de ellos, pacientes con lesiones menores, ya han sido dados de alta y continúan su tratamiento en casa.
