El domingo se vivió un encuentro donde los gallos buscaban su primera victoria de la temporada ante unos Tigres que querían seguir su buen inicio de temporada.
Al exterior de La Corregidora, aficionados de ambos equipos llegaron desde temprano para la cita, esperando incluso desde horas antes para recibir el autobús que trae consigo a los equipos.
En la explanada del inmueble la gente comenzaba a hacer fila para entrar, cada quien portaba su boleto y su FanID, siguiendo los protocolos, niños, mujeres y hombres con una alegría por poder ver a su equipo en una noche fría pero emocionante de domingo.
Los equipos saltaron al verde del estadio y los apoyos de ambas aficiones se hacían notar desde el primer minuto, los asistentes vivieron cada jugada con intensidad, como si estuvieran en la cancha. Con ese mismo ritmo festejaron los locales el Autogol concebido por Guido Pizzaro y que ponía por delante a los emplumados de Mauro Gerk.
Sobre la recta final de los primeros 45 minutos, llegaría la gran ocasión para los felinos del norte por medio del manchón penal, no contaban con que el joven arquero, Fernando Tapia, se vestiría de héroe, atajando el penal que los mandaba a los vestidores con una ventaja.
La gente disfrutaba del encuentro, celebraban, gritaban y alentaban cada acción del partido a pesar del frío que llegaba en el estadio de los gallos, el mismo frío que se sentiría más al llegar el gol del empate de Tigres, por medio de Ozziel Herrera que lograría romper el arco de Tapia a pesar de las grandes atajadas que estaba realizando, en la búsqueda de romper el empate, el encuentro se volvería en los últimos minutos un “ida y vuelta” que terminaría con la expulsión de Martín Río (Querétaro) y que de esa manera terminaría el encuentro en la cancha de La Corregidora.
Querétaro sumaría un punto más y los dirigidos por Siboldi volverían a la sultana del norte con un amargo empate.
