“Sin la posibilidad de promover amparos, la Constitución se convertirá en poesía política y en una carta de buenas intenciones”, advirtió Braulio Guerra Urbiola, presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado, ante la reciente reforma aprobada en el Senado para la impugnabilidad de reformas constitucionales.
Sobre la controversia generada y la división de opiniones, resaltó que las reformas realizadas en la norma suprema siempre deben estar encaminadas a proteger derechos, a poner límites al poder, que permita solucionar los problemas, atender a las víctimas y las demandas sociales de la nación, que es el espíritu de una constitución.
De haber limitantes para los recursos de amparo, recordó que estos permiten que lo derechos se materialicen y que el texto no quede en una buena intención, temas en donde México fue un ejemplo.
Aunque se está en la revisión de dicha reforma, apuntó que se espera que los cambios sean para fortalecer el estado de derecho, que es lo deseable, reconociendo los compromisos de un mundo en el que se está interconectados.
“El tema es cómo manejamos y entreveramos esa supremacía (...) habrá que ver qué características tiene esta reforma, el tema es que la supremacía constitucional permita que la Constitución no sea un libro. Los mexicanos son para la Constitución o la Constitución para los mexicanos, a mí me parce que es para los mexicanos, no es una biblia, no es un libro sagrado, y se puede reformar siempre y cuando proteja derechos y permita el progreso y evolución del país”.
Recordó que la “Supremacía Constitucional” existe desde 1917 y que se fortaleció con una reforma en 1934, y por ello para ser modificada o reformada se requiere de todo un proceso legislativo y una serie de pasos para poder garantizar estos fines.
Aunque este debate no es nuevo, enfatizó que esta supremacía también debe ir de la mano con las convenciones internacionales, la que implica la existencia de un control de constitucionalidad y convencionalidad.
“Cuando se dice que la Constitución tiene 136 artículos no es cierto, tiene miles, porque el artículo primero dice que las convenciones internacionales tienen el mismo nivel y grado de ser constitución en materia de derechos humanos. La Constitución siempre será nuestra guía y faro, y la Suprema Corte es la que está facultada, en todos los países del mundo, para interpretarla y hacer un ejercicio de hermenéutica”, finalizó.
Guillermo Vega coincide en que se recortan derechos
La reforma aprobada en el Senado sobre “supremacía constitucional” elimina el derecho de cualquier ciudadano a impugnar reformas, además le quita facultades a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aseveró el diputado Guillermo Vega Guerrero, presidente de la Junta de coordinación Política en la LXI legislatura local, quien alertó del peligro que esto representa.
Esto luego de que, en días pasados, el Senado aprobó la reformas a los artículos 105 y 107, en las que se hacen improcedentes el juicio de amparo, la acción de inconstitucionalidad y la controversia constitucional contra modificaciones o adiciones a la Constitución Política.
“Es una reforma que lo que busca es eliminar cualquier derecho de cualquier ciudadano, agrupación u organismo de poder impugnar reformas a la Constitución, están queriéndole quitar una facultad a la Corte, que no es algo que se inventó en México, sino que se da en todos los sistemas jurídicos”.
Vega Guerrero resaltó que las reformas a la Constitución deben ser para la progresividad de los derechos humanos y en este caso subrayó que, ante alguna modificación, eliminación o adhesión de artículos, aunque violentará a millones de mexicanos, no habría ningún camino jurídico para pelear y controvertirlo.
“Es impensable sostener que nadie podrá revisar reformas que se hagan a nuestra Carta Magna, es algo peligroso para todos (...) cada vez más las reformas de Morena son peores y más peligrosas”, mencionó.
Explicó que esto implica un riesgo a la propiedad privada, el derecho al trabajo, los derechos humanos, y todo, ya que la Carta Magna integra los principales acuerdos que se dieron después de la revolución mexicana, al ser el producto de pérdida de vidas, acuerdos y diálogos para pacificar al país.
Acuso que Morena, con este cambio, está agraviando y vulnerando este texto, por lo que serán los años los que den la razón y demuestren que se trata de un gobierno autoritario que está dando más poder al poder.
Al momento, la Cámara de Diputados está analizando dichas modificaciones, como parte del proceso legislativo.
