Ante la alarma por la presencia del gusano barrenador en México, el presidente de la Unión Ganadera Regional del estado, Romualdo Moreno, urgió mayor acción por parte del gobierno federal para contener su propagación.
Destacó que se trata de una emergencia sanitaria debido al brote no solo en ganado bovino, sino también en perros, cabras, aves y seres humanos, ya incluso con más de 20 casos confirmados en algunas entidades del país.
“No dudo que lo vamos a detener, pero el gran problema, volvemos a lo mismo, es que se acabaron ya el dinero, y no hay dinero suficiente para atacar tampoco este problema, es una emergencia sanitaria, hay que decirlo así, emergencia, así como fue el COVID, ahora es el gusano barrenador”, alertó.
No obstante, observó que las autoridades están limitadas en la respuesta para atender este problema debido a la falta de presupuesto, lo que se traduce en la carencia de recursos para reforzar los operativos en fronteras, puntos de verificación sanitaria y tratamiento de animales infectados.
“Pero como no tienen dinero, se está pidiendo apoyo, se está pidiendo más dinero para que haya más personas, más vehículos, más frentes, ahí donde estén deteniendo las jaulas, que haya más rapidez a la hora de estarlos atendiendo y dejarlos pasar, pero la verdad es que ha habido mucha falta de personal, y en eso se quieren apoyar”.
Jalisco, Chiapas, Mérida, o Oaxaca han apoyado con camionetas y personal para poder coadyuvar con esta problemática, incluso Estados Unidos podría aportar 21 millones de dólares para reactivar la planta de producción de moscas que los hace estériles, como medida de contención.
“Necesita el gobierno federal sacar más presupuesto, de no sé de dónde, pero la verdad es que necesitan apoyar más al tema del gusano barrenador”.
Destacó al llamar a que la sociedad también esté alerta para apoyar con esta problemática.
En otros temas, agregó que los ganaderos queretanos viven un respiro gracias a una temporada de lluvias, las cuales han favorecido el crecimiento de forraje y ha permitido la reducción de los costos de alimentación para el ganado.
“Estamos muy agradecidos por las lluvias de este año. Empezaron desde mayo, lo cual no es común, y gracias a eso hay suficiente alimento en el campo. Incluso los productores ya no están comprando forraje como antes”.
En comparación con 2024, el ahorro para el sector ha sido significativo, y recordó que con las sequías del año pasado el precio del forraje alcanzó los seis pesos por kilo, por lo que muchos tuvieron que adquirirlo en otros estados como Durango o Coahuila, pero con las lluvias estos costos se han reducido hasta en 40%, por lo que se dijeron contentos, ya que se permitirá evitar la sobreexplotación de los mantos acuíferos.