Ante la emoción de la Fórmula 1 en México, decenas de nuevos aficionados comienza a adentrarse en el mundo del automovilismo y una de las preguntas más claras es el combustible que se utilizan en cada monoplaza.
Como un automóvil diseñado específicamente para correr en las pistas y con algunas modificaciones, era lógico que utilizaran un combustible diferente al de un bólido montado por un piloto.
De acuerdo a la página de Red Bull, “los motores de la F1 funcionan con gasolina o, en palabras del reglamento técnico, “con gasolina, tal y como se entiende generalmente este término”. El reglamento está diseñado para garantizar que el combustible utilizado en la F1 no sea totalmente diferente del utilizado en los coches de calle. Tiene que estar formulado a partir de compuestos que se encuentran en los combustibles comerciales, tiene una regulación muy estricta de las impurezas y no puede contener compuestos químicos exóticos que aumenten la potencia”.
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Antes de poder utilizar un nuevo combustible, hay que enviar dos muestras distintas de 5 litros a la FIA para su análisis y aprobación. Cada competidor puede tener hasta cinco fórmulas aprobadas para su uso durante la temporada y puede tener un máximo de dos de ellas disponibles en cada evento.

¿Cuál es la diferencia?
El combustible de la Fórmula 1 no contiene los aditivos químicos responsables de la adaptación al uso diario que sí se le exigen a la gasolina convencional.
Aunque cuenta con el 99% de las propiedades de la gasolina convencional, es ese 1%, la “gran” diferencia entre una y otra gasolina, se halla el principal responsable del estallido, de la reacción química que genera las casi 19000 revoluciones por minuto, cifra que un propulsor convencional es incapaz de soportar porque no está fabricado para ello.
Pero, al estar diseñada para cada vehículo en particular, ninguna compañía ha revelado la “fórmula secreta” de cada monoplaza para alcanzar esta velocidad.
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Al ser un combustible más denso, hasta hoy, el reglamento técnico de la F1 insiste en que el combustible no se almacene en el garaje a menos de 10°C por debajo de la temperatura ambiente, publicada por el control de carrera una hora antes de cada sesión, y las normas también prohíben a los equipos instalar refrigeradores en el coche.
En 2014, la FIA anunció la introducción de las unidades de potencia híbridas, el cual estipula un uso máximo de combustible desde el inicio hasta la bandera a cuadros de 100 kg, aproximadamente un tercio menos de combustible que el que se había utilizado con sus predecesores, el motor V8. Esto se toma para evitar un mayor golpe ecológico durante las carreras.