Anderson Silva es un peleador de artes marciales mixtas de 47 años que visitó la CDMX y ofreció una clínica para al rededor de unas 350 personas al oriente de la ciudad. El evento organizado por Budo Sento Championship tuve buena aceptación entre el público presente que se amotinó para tomarse fotos, platicar y hasta aprender del ex campeón de la UFC.
Sears celebra su 75 aniversario en grande
Los mejores momentos en la mesa se viven en familia
Desde muy temprana edad se interesó por el deporte de los golpes y fue a la edad de 12 años cuando comenzó a practicar jiu-jitsu con algo de complicaciones pues, comentó a un medio local, “cuando empecé a entrenar Jiu-Jitsu era realmente un deporte de élite en Brasil, y había algo de prejuicio hacia los niños más pobres, así que tuve que aprender muchas cosas por mi cuenta”.
Después de un tiempo su familia logró juntar dinero suficiente para que Silva estrenara taekwondo, disciplina de la cual tiene cinta negra. En 2002 comenzó a competir en el PRIDE Fighting Championships y en su primer pelea ganó por nocaut técnico.
A finales de 2006 la Ultimate Fighting Championship (UFC) anunció que el brasileño firmó por varias peleas. Anderson ya se había hecho fama de ser muy certero en sus golpes pues el ensayo de capoeira que tuvo en su infancia lo ayudó mucho para medir el alcance del rival y no “tirar golpes al aire”.
Anderson visitó recientemente la CDMX y las personas presentes pudieron convivir de cerca con el brasileño que dio muestra de todo lo aprendido en el mundo de las artes marciales mixtas.
