Camila Fernández es una figura de la música que quiere plasmar su propia historia. El camino no es fácil, pero está dispuesta a marcar su paso en la dinastía que inició su abuelo, Vicente Fernández. Durante la entrevista con Publimetro, nos reveló sus grandes pasiones, retos y miedos que forjan su personalidad hoy en la música.
La cantante tapatía está de regreso con Mezcal, un tema post pandémico que muestra a una mujer más independiente, divertida pero con responsabilidades.
“Quiero proyectar que ya vengo fresca y lista para lo que sea; lista para irme a tomar unos tragos con mis amigas (risas). Yo quería escribir una canción que levantara a bailar, es que estamos muy sentados, ese es mi argumento. Escribimos esta canción que es urbana con un poco de cumbia guapachosa para motivar a bailar y olvidarse de los problemas”.
El tema fue compuesto por Daniel y Esteban Zapata y la propia Camila Fernández, quien ha estado involucrada en todas las composiciones de sus más recientes temas.
“Esta canción fue hecha para bailar, es una mezcla de urbano más fino. Conforme vas creciendo y viendo la vida con otra perspectiva adoptas los cambios; amo aprender de la vida y también aprender -a la par- de las nuevas perspectivas que son más que bienvenidas. Soy muy alegre y prefiero escribir las cosas que guardármelas, porque no me gusta quedarme con ellas, así que mejor las escribo y las canto”.
La cantautora compartió momentos que marcan su nueva etapa en lo profesional y personal.
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“Se vinieron más ‘olas’ por la pandemia por eso mi hermano (Alex) movió su boda como por 15 veces. Ahora, comenzamos a retomar las actividades profesionales y las personales; por ejemplo, recién fui a mi primera fiesta con mi amigas todas ya vacunadas y sin tanto miedo; ahí pusieron mi canción en la fiesta, fue increíble, lo mejor que pudo haber pasado”.
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En su nueva etapa como mamá, nos confesó cómo fue el debut de su hija Cayetana en los escenarios junto a Alejandro Fernández.
“Nada estaba planeado porque mi papá estaba con que ‘llévamela, llévamela a Las Vegas’. Era difícil porque somos un matrimonio joven que apenas está saliendo y más con criatura pero aceptamos ir, si fue muy cansado, pero divertido. Lo que me extrañaba era tanta insistencia de mi papá que me hizo pensar que algo iba a pasar; dicho y hecho, la subió al escenario para su debut”, reveló la cantante tapatía.
“Viene cosas cosas que nunca había cantado para este disco, y en el próximo viene más sorpresas”, finalizó.
La anécdota terminó con algunas confesiones: “Cayetana estaba feliz, extasiada porque su tío favorito es mi hermano, lo ve en una foto y se pone feliz, no tienes una idea de como lo ama. Ella ya canta la de la Sirenita desde los dos meses y tiene muy buen oído; además, ya dice papá, mamá, no y bravo”, dijo orgullosa.
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Cerca y lejos de Vicente Fernández
Camila vive una dualidad en sus emociones, sobre todo por la salud de su abuelo Vicente Fernández, quien permanece en terapia intensiva.
“Quisiera estar más cerca... pero estamos cerca (suspira); la verdad estamos felices porque va mejorando, es un poco lento, pero ahí va. Lo visité con mi papá, luego nos pidieron que ya no regresáramos por el tema del Covid y la prensa alrededor del hospital. Mi abuela está muy bien”.
