En la era del streaming, donde la música es consumida rápidamente y de manera individual, Sesiones FM: Escucha musical entre mujeres propone una pausa. Este proyecto ofrece un espacio seguro para una escucha colectiva entre morras, donde la música cobra una nueva vida a través de vinilos, el formato físico por excelencia.
Impulsado por gestoras culturales y curadoras musicales, el proyecto ha organizado cinco ediciones desde su inicio en febrero, reuniendo a cerca de 150 mujeres de León y otras partes de México. Este sábado 19 de octubre, la sexta edición tendrá lugar en Frikys Cocina Salvaje (Blvd. Las Américas #605, Colonia Andrade), a partir de las 19:30 hrs.
Un espacio para la escucha y el encuentro
El sentido de estos encuentros trasciende lo musical, explican sus fundadoras. Sesiones FM anhela preservar el patrimonio cultural a través de la música.
“Además de fomentar la convivencia entre mujeres, buscamos también la preservación del patrimonio cultural, en este caso la música”
— Alexa Berenice Lisea Zamarripa, curadora Sesiones FM
Cada edición de Sesiones FM permite a las asistentes sumergirse en una escucha activa, donde los vinilos se convierten en el puente para conectar con sonidos significativos. Karla Gasca, otra de las organizadoras, explica: “La idea central es generar un punto de encuentro con la música, como en los viejos tiempos. Deseamos hacerlo al menos una vez al mes, por el momento esta será la sexta sesión”.
El resurgimiento del vinilo y las 78 revoluciones
Aunque el vinilo comenzó a popularizarse en los cuarenta, sus predecesores, los discos de 78 revoluciones por minuto (rpm), marcaron el inicio de una era en la que la música podía ser grabada y reproducida en casa. El vinilo ha tenido un resurgimiento inesperado, no solo por su calidad sonora, sino por su capacidad de ofrecer una experiencia táctil y meditativa. Este fenómeno global ha visto cómo las ventas de vinilos alcanzan cifras no vistas desde los ochenta, resaltando una tendencia por lo análogo en un mundo digitalizado.
La experiencia de compartir música, escuchar activamente y dialogar entre las asistentes refuerza la comunidad musical entre mujeres, destacando la importancia de lo análogo en un mundo dominado por lo digital. Además, “desvía el algoritmo” de las preferencias musicales como una resistencia a las tendencias marcadas por la bigdata.