Jalisco

Denuncias por extorsión en Jalisco a la baja, a pesar de ser un delito que prevalece

Foto: Publinews Los expertos coinciden que los delincuentes cada vez buscan forman más elaboradas para timar a la gente.

“Ayúdame papá” decía la voz en la línea telefónica, una voz femenina que afirmaba estaba secuestrada. José Luis “E” sabe que su hija está en la escuela y la voz no corresponde, pues ella apenas tiene 12 años y la voz es de alguien e mayor edad. Reconoce de inmediato que es una extorsión telefónica, atiende la recomendación de la autoridad de colgar sin intercambiar información. No obstante, José Luis, igual que muchos, no denunciará porque teme que su querella no llegue a nada y es una pérdida de tiempo: “Mejor no hacer caso y ya”.

En el caso de Jalisco, a partir de 2012 se reporta un incremento en la cantidad de denuncias por extorsión, pero con el paso de los años se ha disminuido. No implica necesariamente que ocurra menos, sino que la gente lo reporta menos. De manera simultánea los delincuentes han avanzado en sus mecanismos para perpetrar los engaños, algunos de ellos tan elaborados que simular secuestros y desapariciones.

Hasta el 30 de junio de este año se contaban con 249 denuncias por extorsión en Jalisco; mientras que 2021 cerró con 430, 2020 con 488, 2019 con 377 y 2018 con 422. El año más crítico fue 2015 con 571 denuncias por extorsión.

No obstante, estas cifras son sólo las que se denuncian, pues datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública de INEGI define que es uno de los delitos con mayor cantidad de víctimas, sólo detrás del fraude, robo total o parcial del vehículo y robo a peatón, con una tasa de prevalencia de cuatro mil 844 casos por cada 100 mil habitantes, es decir, hasta 176 mil personas en la entidad habrían sido víctimas de este delito en algún momento.

  • Durante 2020 y 2021, el 14% de los delitos que sufrieron los jaliscienses fueron extorsiones, según datos de INEGI.

La Zona Metropolitana de Guadalajara, históricamente, ha concentrado las denuncias por extorsión telefónica. Sin embargo, según datos de la autoridad estatal, las regiones Valles, Costa Sierra Occidental y la región Altos eran las otras dos zonas de la entidad que destacaban por la gran cantidad de incidentes. “Esto tiene que ver en parte a que hay personas que se aprovechan del tema de los migrantes, que son expulsados de estas regiones, para engañar a los familiares”, afirmó Luis Razo, especialista en temas de seguridad.

La extorsión es uno de los cuatro delitos más frecuentes en Jalisco, según datos de INEGI. (FOTO: Cuartoscuro)

“Podemos encontrar un lado positivo y un lado negativo de esta situación. Las personas, en efecto, tienen más conciencia sobre la extorsión telefónica y es más complicado que caigan en los engaños, pero por otro lado, y es el aspecto negativo, nos damos cuenta que es un delito que prevalece, que no se reduce, por el contrario, crece y la gente ya no recurre a la autoridad para denunciarlo, ya sea por desconfianza de una reacción de la autoridad o porque mientras no caigan en el engaño, no le ven la importancia”, explicó.

Tipos de extorsiones más frecuentes

Extorsión tripartita: Una de las extorsiones más laboriosas. Los delincuentes contactan a dos víctimas de la misma familia. Llaman primero a una persona y con engaños consiguen que les den los datos de un familiar. Al obtenerlos presionan a la primera víctima para que se esconda en algún lugar (hotel, centro comercial o lugar concurrido) y posteriormente mantienen ocupado el teléfono. Después llaman a la otra persona y le hacen creer que secuestraron a su familiar. Cuando la víctima intenta contactar a la otra persona no puede hacerlo y creen que realmente se halla privado de la libertad y pagan el rescate.

El secuestro: En cuanto la víctima descuelga para contestar la llamada, escucha del otro lado de la línea a un niño o niña que dice “mamá” o “papá”, y pide ayuda porque está secuestrada. Sin dar tiempo, un sujeto interrumpe y pide dinero a cambio de no causar daño. En algunos casos la víctima llega a nombrar a su hijo o hija y eso da más información al delincuente para seguir la estafa.

El grupo delictivo o “El Comandante”: Después de obtener datos en llamadas previas (principalmente haciéndose pasar como empleados de banco u otras empresas), los delincuentes llaman a una familia o negocio y afirman que causarán daño si no les pagan sumas de dinero, ostentándose como integrantes de un grupo criminal o ser comandantes de alguna célula criminal. Aseguran que tienen a las víctimas bajo vigilancia y que ya saben dónde se ubica su casa o establecimiento en caso de no acceder a la demanda.

El migrante: El extorsionador llama a un teléfono fijo o celular haciéndose pasar por un familiar procedente en Estados Unidos. Menciona que al entrar a México o durante su viaje fue secuestrado, robado o despojado de su vehículo por algún policía y corporación y solicita ayuda para poder salir del aprieto.

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