Vecinos del Parque San Rafael que se oponen a la construcción de un colector pluvial acusaron que, pese a contar con una nueva suspensión provisional que frena las obras dentro del área verde, las autoridades de nuevo la desacatan.
Desde el 2017 los vecinos del parque están en pie de lucha para evitar el desarrollo de un colector pluvial pues acusan que, pese al discurso de las autoridades, dicho colector no es para prevenir inundaciones sino para beneficiar desarrollos inmobiliarios que se construyen en el sector.
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Hace cinco meses las autoridades retomaron la construcción de este colector, por lo cual los vecinos han llevado su causa a los tribunales.
Esta mañana en rueda de prensa, los colectivos de defensa del parque señalaron la obtención de una suspensión provisional otorgada por el Juzgado Cuarto de Distrito en materia administrativa que señalan suspende las obras dentro del área verde. La suspensión está dirigida contra el ayuntamiento de Guadalajara así como el Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA)
El recurso argumenta dos factores: los daños medioambientales generados y también los impactos a una estructura de valor histórico patrimonial.
Sin embargo, aunque el recurso les fue otorgado a los vecinos desde el pasado 21 de septiembre y se les notificó el viernes de la semana pasada siguen las obras dentro del parque.
“El viernes se les notificó entonces ya a estos días creo yo que deben ya ellos, las demás dependencias deberían ya detener eso. Desgraciadamente se oye como siguen trabajando”, explicó una de las activistas, Zarina Nieto.
Esta es la segunda suspensión obtenida por los vecinos, tras haber obtenido otra a principios del mes de agosto que frenaba la tala de árboles dentro del área verde para la construcción del colector. Sin embargo, señalan que aprovechando la vigilancia policial y el enmallado del parque, prevaleció el ecocidio.
Acusan los afectados por la construcción que las personas que han dado lucha jurídica contra la construcción fueron amenazados y los hostigan constantemente para que frenen sus acciones contra el proyecto.
Los opositores a la obra señalan que la tala de árboles afectará un importante ecosistema de loros que son una especie protegida, además de la capa de concreto que se está instalando generará un proceso de impermeabilización que dañará los mantos acuíferos.
En este momento, el parque es custodiado por cuerpos policiacos de diferentes corporaciones