Damnificados por las explosiones del 22 de abril de 1992 en Guadalajara, acusaron que el fideicomiso para apoyar a las víctimas cambió las reglas de operación y convirtieron de pesos a unidades de medida y actualización los montos de las pensiones que recibían. Esto, afirman, les afecta porque son menores los recursos que estarán recibiendo.
Las autoridades señalan lo opuesto: que con esta medida aumentará el recurso que se destina para apoyar a los afectados por esta tragedia. “Por decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 27 de enero de 2016, se declararon reformadas y adicionadas diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de desindexación del salario mínimo”, señala la autoridad estatal, y explican que esto también termina afectando el fideicomiso de apoyo a los damnificados.
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A decir del Gobierno, al llevar a cabo la desindexación del apoyo económico que mensualmente recibían los miembros del fideicomiso, a partir de este año su incremento porcentual anual sería conforme a la UMA, es decir, pasa de 15 mil 558 a 16 mil 774 pesos.
Las autoridades también negaron que se esté descuidando la salud de las víctimas, “pues estás siempre han recibido la cantidad acordada en tiempo y forma”, cita un comunicado.
La queja de los afectados
Los damnificados se manifestaron esta mañana en las puertas de Palacio de Gobierno porque no les permitieron estar en la junta donde se aprobarían estos cambios en el esquema del fideicomiso.
Las víctimas mencionaron que recurrirán a la justicia federal para evitar esta reforma que, afirman, es arbitrario. A 31 años de la tragedia de las explosiones, el fideicomiso atiende a 57 personas con algún tipo de lesión permanente por las explosiones. Con el paso de los años, dicen que le han inyectado cada vez menos recursos a este fideicomiso y ahora buscan modificar las aportaciones.
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“No vamos a permitir que nos cambien de salarios mínimos a UMA’s, porque eso ya se intentó en las administraciones anteriores y no lo permitimos y ahora no lo vamos a permitir de nuevo”, acusó la dirigente de Abril en Guadalajara, Lilia Ruiz.
Señalaron que el único modo como aceptarían el cambio, sería con la garantía por escrito de que mejorará la atención de las víctimas que terminaron con secuelas tras las explosiones del 22 de abril de 1992. “Porque ha empeorado a partir de que empezamos a protestar, nos han empezado a quitar medicamentos, nos tratan peor”, acusó Ruiz, quien perdió una pierda tras una de las explosiones.
Los damnificados afirman que en los medicamentos que están comprometidos en el fideicomiso también comenzaron a escasear, a pesar que las autoridades realizaron las licitaciones para la compra de dichos fármacos.
Algunos de los inconformes lograron ingresar a Palacio de Gobierno, pero se les negó la participación en la reunión donde se definiría el cambio de los apoyos de salarios mínimos a UMAs.