¡Confiesa! ¿Lo has hecho? ¿Has juzgado o juzgas a las personas por el auto que conducen? Esto sigue siendo un hábito de muchos, a pesar de que el automóvil ya no es para los jóvenes lo que solía ser.
Tristemente, lo que es una realidad, es que las personas juzgan por las apariencias. No es exclusivo del auto. Juzgan por la ropa, por los accesorios y por muchas razones más.
Según el estudio de Bernice Kanner “Are You Normal About Sex, Love, and Relationships?” (¿Eres normal acerca del sexo, el amor y las relaciones?):

– 30% de las personas han confesado juzgar a las personas con las que empiezan a salir por el auto que conducen.
– Por lo mismo, una de cada cuatro han pedido prestado el auto a alguien más para impresionar a una cita.
– 86% han lavado y preparado su auto antes de recoger a una cita.
Por su parte, las citas esperan que:
– 37% le gustaría ver un automóvil deportivo aparcado en la entrada de su casa.
– 27% espera que sea un automóvil de lujo y un 17% una limusina.

¿Es malo juzgar a las personas por el auto que manejan?
No nos vamos a adentrar en cuestiones éticas de si juzgar por las apariencias es un acto superficial y materialista (aunque ciertamente lo es).
Simplemente vamos a decir una realidad contundente: el auto que las personas conducen no necesariamente refleja su status.
¿Qué quiere decir? No sabes realmente cuál es su procedencia. Si fue comprado, prestado o de la empresa.

Otro punto importante es que cada vez hay más personas jóvenes que optan por viajar o independizarse.
En el caso de los jóvenes, el salirse de casa de sus papás puede ser bastante costoso, en comparación con generaciones atrás.
También, para muchos, el coche es simplemente un medio de transporte y punto. Prefieren invertir su dinero en actividades que les apasionan mucho más.
En Europa, las personas prefieren viajar en el transporte público, en bicicletas, e incluso rentar un auto.
Esto no refleja en absoluto su situación económica, simplemente las prioridades y las ideologías están cambiando en la era moderna.

Los autos en México
En el país hay una triste realidad: la inseguridad. Esto hace que sea aun más relativo y dudoso crear la imagen de alguien por el auto que maneja.
No sabemos la procedencia de ese auto «lujoso». A su vez, cada vez más personas con dinero han decidido mantener un bajo perfil.
Los tiempos están cambiando y actualmente, las apariencias engañan más que nunca.