Los beneficios de estar en contacto con la naturaleza se pueden percibir de inmediato. Basta con estar en un parque o en cualquier espacio con árboles para sentir cómo el estrés comienza a desaparecer, y esto sin contar que son necesarios para reducir las emisiones contaminantes provenientes del tránsito vehicular y de las múltiples actividades humanas.
Una investigación publicada en la revista Science reveló que los árboles de hoja caduca, es decir, los que pierden sus hojas en determinadas épocas del año, absorben más contaminantes de lo que se creía anteriormente.
¿Por ejemplo? Los científicos del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado, pudieron captar cómo las plantas de hojas de álamo expuestas a compuestos orgánicos volátiles oxigenadas absorbieron 40% más de lo esperado.

Lo más sorprendente fue observar cómo los árboles absorben aún más compuestos si están expuestos a mayores niveles de contaminación atmosférica. A pesar de ello, Thomas Karl, líder de la investigación, aclaró que sí tienen un límite en la cantidad de compuestos que pueden manejar.
Esto fue revelador, considerando que estos árboles, además de absorber dióxido de carbono durante la fotosíntesis, también lo hacen con estos compuestos que provienen principalmente de los autos y la quema de carbón.
Cabe aclarar, que si bien hay estudios que revelan que el porcentaje de mejora de la calidad del aire por medio de los árboles no es tan significativo, esto no descarta el que se reduzcan las incidencias de mortalidad y enfermedades respiratorias.

¡Más espacios verdes!
En el libro titulado Forests, Trees and Human Health, los autores investigaron cómo las áreas naturales pueden mejorar la salud pública. Si bien reconocen que estos conocimientos han avanzado lentamente, diversas disciplinas han estudiado cómo las actividades al aire libre pueden mejorar la salud física y mental.
¿La razón? Ofrecen una alternativa para un estilo de vida moderno en el que los medicamentos reducen los síntomas, pero no necesariamente combaten las causas de la enfermedad.
De esta manera, indicadores de salud en países con acceso a espacios verdes como Dinamarca, Países Bajos y Suecia han arrojado que la salud y el bienestar de las personas que acuden a áreas verdes son mejores y tienen menores niveles de estrés. ¡Incluso en quienes simplemente cuentan con un jardín!
Otros estudios sobre los efectos salutogénicos del medio ambiente verde también lo han corroborado. Además de reducir el estrés, se restablece la concentración, alivia la irritabilidad e incluso se ha correlacionado con la prevención de dolores en el cuerpo.
Y tú, ¿qué esperas para involucrarte en los programas de reforestación de tu comunidad?