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La insólita historia del maratonista italiano que estuvo perdido durante nueve días en el Sahara

Durante este periodo de tiempo, Mauro Prósperi reveló que bebió su propia orina, comió murciélagos y afirma que tuvo un recorrido de cerca de 300 kilómetros

El maratonista italiano Mauro Prósperi relata cómo es que fue capaz de cruzar el desierto del Sahara en 9 días sin llevar consigo agua potable, situación que sin duda complicó su andar en esta travesía pero que al final logró sobrevivir para contarlo.

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La idea surgió luego de que Govanni Manzo, compañero y amigo de Mauro en distintos maratones le contara sobre una competencia bastante desafiante, la cual se componía de aproximadamente 250 kilómetros mediante las 6 etapas que dura la carrera, conocida como Maratón des Sables, lo cual sonó bastante atractivo para Prósperi, quien sin pensarlo decidió aventurarse a participar.

«Es una carrera a pie que se divide en 6 etapas y cubre un estimado de 250 kilómetros de distancia. Está abierta a todo corredor, el cual debe cargar consigo todo su equipo y alimento, es decir autonomía total», explica el reglamento de la competición.

«Me fascinó de inmediato, porque era una competencia que tenía una meta particular: experimentar la naturaleza en primera persona y competir contra ella y contra uno mismo», relató Prósperi en el documental de Netflic ‘Losers’.

En un principio Mauro avanzó las primeras etapas de la carrera sin mayor problema. Sin embargo, a partir de la cuarta etapa se presentaron los problemas. Pues una tormenta de arena se desató, lo cual hizo más complicada la visibilidad. Incluso el propio Prósperi relató que dicha tormenta duró cerca de 8 horas y cuando ésta misma finalizó, ya había oscurecido.

Sin saberlo, Prósperi se había perdido debido a la tormenta y a las dunas que hacían moverse en el trayecto, pero él pensó que quizá necesitaba un pequeño descanso, por lo que decidió dormir. Al despertar al siguiente día, Mauro se angustió al no ver ningún punto de referencia de la carrera.

«Mi corazón se derrumbó. No pude ver nada: Sin rastros de camiones, sin signos de un campamento, sin Land Rovers. Nada parecía familiar. Me di cuenta de que la situación era grave. Había bebido casí toda mi agua: Solo quedaba un dedo en la segunda botella», explicó en entrevista para Men’s Journal.

Con el paso de los días nadie acudió a su rescate y la comida y el agua se terminaron, por lo que Mauro Pósperi decidió llenar la botella de agua con su propia orina, la cual bebió días después ante la inminente deshidratación que estaba teniendo consecuencias graves. Además, pese a no tener comida, en un templo musulmán en el que decidió pasar la noche, el maratonista italiano cazó a una familia de murciélagos que se encontraban ahí y los comió, sin embargo, eso no sació su apetito.

Ya resignado y con nueve días perdido, el Maratón había concluido. La familia del maratonista de dio a la tarea de buscarlo, manteniendo la esperanza de que siguiera con vida, pese a que las autoridades de Marruecos lo daban por muerto.

El milagro ocurrió para el italiano, pues en el momento en que ya se encontraba totalmente débil y deshidratado, apareció una niña, la cual se asustó con su apariencia y decidió huir hasta su comunidad, a la cual llegó el maratonista tras seguir a la pequeña. En dicha comunidad fue alimentado y entregado a las autoridades, quienes determinaron que se trataba del maratonista reportado como extraviado 9 días atrás y a quien se daba por muerto.

La travesía de Mauro Prósperi duró 9 días exactos, es decir; comenzó el 14 de abril y concluyó el 23 del mismo mes, sin saberlo, el italiano recorrió 290 kilómetros y atravesó la frontera entre Marruecos y Argelia.

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