Meses antes de que México fuera noticia a nivel mundial por los Juegos Olímpicos y el Movimiento Estudiantil que terminó en la masacre del 2 de octubre, ocurrió un asesinato que manchó la prestigiosa imagen que tenía Acapulco en aquella década: Sofía Bassi, artista plástica, se declaró culpable de haber asesinado a su yerno, el conde Cesare d’Acquarone.
La noticia sorprendió a la clase alta, tanto en el país como a nivel mundial. Incluso se llegó a destacar como uno de los hechos más relevantes del año, a la par del nuevo matrimonio de Jacqueline Kennedy, ex primera dama y quien enviduó de John F. Kennedy en noviembre de 1963.
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Bassi nació el 13 de julio de 1913 en la ciudad de Mendoza, en Veracruz, nombrada así en honor a su tío, el general Camerino Z. Mendoza. Sus padres fueron el español José Celorio Ruiz y la mexicana Adela Mendoza. Tuvo un hermano llamado Fausto Celorio Mendoza, inventor mexicano a quien se le reconoce por haber creado la máquina de tortillas.
Sofía contrajo matrimonio con el doctor Gian Franco Bassi, de quien tomó el apellido con el que sería conocida artísticamente. Tuvo tres hijos con él, a quienes bautizaron con los nombres de Hadelin, Claire y Franco.
El 3 de enero de 1968, cuando Acapulco era centro y sede del jet set mundial, ocurrió el asesinato de su yerno, el conde Cesare D’Acquarone, justo en el centro de la Quinta Babaji, en el fraccionamiento «Las Brisas», epicentro de glamour y belleza. Para sorpresa de todos, ella asumió la responsabilidad de este delito asegurando que fue por accidente.
Investigaciones posteriores mostraron que el asesinato no fue por accidente, pues tenía cinco tiros en distintas partes del cuerpo. Algunas versiones informaban que fue Claire quien mató a su esposo y que al enterarse, Sofía Bassi decidió asumir la responsabilidad total. Por estos hechos se le condenó a 11 años de prisión.
Pronto la prensa internacional publicaría a ocho columnas este suceso; lo cual movilizó a las cúpulas intelectuales de México y el mundo, quienes intervinieron en el tema para exigir su libertad. De los 11 años a los que fue sentenciada, solamente pasó cinco tras las rejas debido a esta presión.
¿Realmente fue Sofía Bassi la autora de este crimen?
Se desconoce y es un secreto que ambas se llevaron a la tumba. Pocos años después, Claire intentó suicidarse tomando una gran cantidad de somníferos. Se dice que dejó una nota en la que confesaba su crimen, pero la carta desapareció misteriosamente. Nadie pudo probar la existencia de la misiva. La joven fue rescatada a tiempo, sin embargo, quedó ciega de por vida.
Sofía falleció el 11 de septiembre de 1998 a los 85 años. Claire murió a los 67, en diciembre de 2005. Ninguna reveló lo que en verdad ocurrió.
¿Qué motivó el asesinato del Conde? La hipótesis que ha prevalecido estas cinco décadas señala que el hombre de 53 años abusó sexualmente del hermano menor de Claire y por esto lo mató. Cuando su madre Sofía descubrió el crimen, decidió inculparse ella misma.
Sofía Bassi fue alojada en la enfermería de la cárcel y nunca estuvo en los pabellones comunes. Allí se dedicó de lleno a la pintura, vestida siempre de blanco y sonriente. Sus obras eran rematadas para obras de caridad y era visitada por numerosos artistas. Al poco tiempo comenzaron a llegar cartas de diferentes partes del mundo pidiendo por su liberación, cosa que ocurrió cuando llevaba cuatro años de encierro.
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El crimen que posicionó el nombre de México en el mundo e impactó negativamente en la imagen de Acapulco tuvo una breve vida en los medios de comunicación. Los ojos del mundo se volcaron hacia la capital del país, donde se desarrollarían los Juegos Olímpicos, sin embargo, protestas estudiantiles como las que ocurrían en todo el mundo ponían en peligro su desarrollo pacífico.
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En Publimetro TV
Acapulco 68, un documental sobre lo ocurrido en aquél año e inspirado en su libro «Bassi… prohibido pronunciar su nombre».
