La filtración de la denuncia que presentó de Emilio Lozoya sobre actos de corrupción y sobornos que involucra a ex presidentes de la República, no representa ningún tipo de riesgo para la investigación, al tratarse de una mera narrativa de hechos realizada por un particular, consideró el abogado penalista, Gabriel Regino.
En una entrevista con Publimetro detalló que el escrito de 63 páginas que comenzó a circular el miércoles por la noche, en donde Lozoya Austin declara sobre reuniones y movimientos de dinero, solo es el inicio de la investigación, mientras que lo realmente relevante será lo que indaguen las autoridades sobre el tema.
«No afecta porque no se han filtrado datos de la investigación, no se han obtenido pruebas ilícitas y la fiscalía no se ha pronunciado antes de un juicio para afectara a alguien, mientras esto no ocurra no se pone en riesgo el curso de la misma», apuntó.
Explicó que únicamente una filtración hecha por parte de las autoridades podría afectar el curso del caso, pues se estaría buscando criminalizar directamente a la persona que se está investigando.
«Imaginemos que mandan a citar a uno de los denunciados y entonces cuando lo entrevisten, lo graban y la fiscalía convoca a los medios de comunicación, les muestra el material y dice: ¡miren aquí está este delincuente!. Eso sí afectaría», dijo.
Regino García consideró que al ser un tema tan mediático y relevante en la agenda del país, por estar implicados altos funcionarios de anteriores administraciones, la FGR debe emitir información de los avances que se tienen, pero sin vulnerar el sigilo, para evitar debilitar la situación jurídica.
Finalmente, subrayó que es un tema que impactará en las elecciones federales que están por registrarse en el país, aunque podría ser una completa coincidencia en los tiempos.
«Desde luego que impactará, pero de ahí a poder afirmar que se calculó es complejo porque los tiempos procesales no se sujetan a los electorales, pero en este caso parecería que van a coincidir».
Millonarios regalos
En el documento filtrado, el ex director de Pemex narra que el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte le regaló un Ferrari al entonces presidente, Enrique Peña Nieto, que presuntamente perteneció al ex presidente Adolfo López Mateos.
Además que la empresa Higa le construyó una casa en el Estado de México, en la cual habría un “Museo del Presidente”, bajo la propia instrucción de Peña Nieto.
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Se establece que para concretarla construcción pidió a Lozoya coordinarse con el Secretario Técnico del gabinete, Roberto Padilla Domínguez, para que se contratara a un fotógrafo para los eventos relevantes del mandatario, el monto por sus servicios fue de entre dos y tres millones de pesos mensuales.
Lozoya agregó que de esto estuvieron enterados Peña Nieto y el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, mientras que los recursos para los honorarios del fotógrafo salieron de Pemex; sin embargo, cuando la contraloría de la institución detectó la operación el contrato ya no fue sostenible.
El ex funcionario agregó que Antero Rodarte, quien manejaba el dinero en efectivo de Peña Nieto, le dijo a finales de 2015 que la construcción de la casa y el museo había terminado.
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