Por fin libres. A las seis de la tarde en punto de ayer terminó la pesadilla para Alberta Alcántara y Teresa González Cornelio, las dos mujeres indígenas otomíes que estuvieron recluidas acusadas del secuestro de seis elementos de la entonces AFI en 2006, en la comunidad de Santiago Mexquititlán, municipio de Amealco, Querétaro.
Después de tres años y ocho meses en prisión, las mujeres abandonaron el penal femenil de San José El Alto, a bordo de una camioneta rumbo a la Ciudad de México, luego de que la Suprema Corte las absolvió de los delitos que se les imputaban y ordenó su liberación inmediata.
Las indígenas habían sido sentenciadas en 2009 a 21 años de prisión, aunque la Primera Sala del máximo tribunal resolvió por unanimidad que no había pruebas suficientes para inculparlas.
La Corte también absolvió a Alberta Alcántara del delito de posesión de cocaína, por el que fue condenada a otros 10 meses de prisión.
Pedirán reparación de daños
Andrés Díaz Fernández, abogado del Centro Pro, adelantó que exigirán una reparación del daño para Alcántara y González por el tiempo que permanecieron en prisión.
La reparación del daño moral es económico y equivaldría a 20 mil salarios mínimos (1 millón 100 mil pesos) para cada una. “Empieza un primer camino de justicia que se va a tardar mucho en seguir, pero éste es un primer paso”, dijo.