La sarcopenia es un síndrome silencioso que deteriora la masa muscular desde los 35 a 40 años hasta los 80, y afecta a 12 millones de mexicanos, alertaron especialistas en geriatría.
Carlos D’Hyver, académico del departamento de Geriatría de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó a Publimetro que hay tres factores que provocan la sarcopenia: el envejecimiento, sedentarismo y alimentación deficiente.
Comentó que las primeras manifestaciones del mal se pueden presentar entre los 35 y 40 años de edad, y progresar en 8% por cada década.
Después de los 70, abundó, la pérdida muscular es de 15% por cada año, lo que significa que hasta 10% de la población con dicha edad va a padecer sarcopenia.
Sin embargo, se agudiza más a partir de los 80 años, por lo que la prevalencia se presenta en 50% de quienes están en dicho grupo de edad .
Acotó que si bien una de las causas de la sarcopenia es el envejecimiento, los males crónicos y la obesidad también potencian el síndrome entre los 60 y 70 años.
Ante dicho escenario, Clemente Zúñiga Gil, académico de la Universidad Autónoma de Baja California, estimó que 12 millones de mexicanos padecen sarcopenia.
Alertó que la incidencia se elevará, si se toma en cuenta que México atraviesa por una transición demográfica importante.
Zúñiga Gil recordó que, según proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), en 2050 habrá 95 millones de personas de entre 15 y 64 años de edad.
Las claves de la sarcopenia
El geriatra Carlos D’Hyver abundó que la pérdida hormonal, tanto en hombres como en mujeres, también abona a la sarcopenia.
Advirtió que hay muchas personas que desde los 40 años reducen su actividad y ello va atrofiando la masa muscular.
Cuando llegan a los 60 o 70 años, dijo, las personas reducen las caminatas, usan menos transporte, pasan más tiempo en casa por la edad, no salen a caminar o andar en bicicleta, pero sí al cine o a comer.
A la par, su dieta es deficiente y baja en proteínas, no es variada, es decir que desayunan, comen y cenan lo mismo diario, o en todo caso sólo cambian el plato fuerte de la comida.
A su vez, Miriam Teresa López Teros, académica del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, (CIAD) de la Ibero apuntó que en etapas avanzadas la sarcopenia vulnera funciones básicas como comer, vestirse, caminar, así como quedar expuesto a caídas frecuentes y eventuales fracturas.
De ahí la importancia de cuidar la dieta, evitar el sedentarismo, como efectuar ejercicios que abonen a la tonalidad muscular, sin importar la edad.
Diagnóstico
Carlos D’Hyver expresó que el diagnóstico lo hace un especialista en geriatría, pero los adultos pueden monitorear algunas acciones por su cuenta, las alertarán si padecen sarcopenia o no.
Algunos indicadores son: pantorrillas cuya circunferencia sea menor a 31 centímetros, así como pérdida en la fuerza de prensión en las manos –debe ser equivalente a 20 kilogramos, en el caso de las mujeres, y de 30 en el hombre– Es decir “debe se capaz de dar un buen apretón”.
Otro más es la imposibilidad de caminar aproximadamente seis metros en menos de cinco segundos o lo que es igual, no poder mantener una marcha de .8 metros por segundo.
Tratamiento
Una vez que se diagnostica, la degradación de la masa muscular se puede controlar con una dieta rica en proteínas, vitamina D y la combinación de ejercicios de resistencia con los aeróbicos.
D’Hyver explicó que una persona debe consumir al día 1.2 gramos de proteína por kilo, es decir que alguien de 70 kilogramos necesita 84 gramos de proteínas a diario.
Comentó que la proteína se encuentra en los lácteos y carnes. Por ejemplo en 100 mililitros de leche hay alrededor de 8% de proteína; en un huevo, seis gramos, y en la carne, pollo y pescado, hasta 25%.
En cuanto al ejercicio, recomendó ejecutar de dos a tres series diferentes, de 10 a 15 repeticiones cada una, en las que se integre un 60% del peso que resista la persona, según su edad.
Es decir, si un paciente puede levantar 20 kilogramos, con 12 beneficia su masa muscular, pero si soporta cinco, con tres adicionales también aumenta su tono muscular.
Los ejercicios de resistencia, añadió, deben hacerse de dos a tres veces por semana y el resto de los días rutinas aeróbicas para tener una condición física adecuada.
Ello debe ir acompañado de una ingesta de 18 gramos de proteínas, una antes o una hora después del ejercicio.
Para estimular la liberación de la vitamina D –la cual activa el desarrollo de la masa muscular– aconsejó exponer brazos y piernas al sol, de 10 a 15 minutos, tres días a la semana, usando protector solar.
Dicha vitamina también esta presente en el aguacate y el pescado, pero lo ideal es combinarlos con alimentos ricos en proteína.
Aclaró que la ingesta de medicamentos debe ser con estricta vigilancia médica porque genera efectos secundarios importantes, como retención de líquidos, colesterol malo; tumores en la matriz o senos, en el caso de las mujeres, e impotencia sexual en los hombres.
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