El fiscal general de Minnesota, Keith Ellison, elevó este miércoles a asesinato en segundo grado los cargos contra Derek Chauvin, el ex policía que provocó la muerte del afroamericano George Floyd. Los nuevos cargos pueden conllevar una sentencia de hasta 40 años de prisión.
También se presentarán cargos contra los otros tres agentes involucrados en la detención de Floyd, según confirmó a través de su cuenta en Twitter la senadora Amy Klobuchar.
«Este es otro paso importante para la justicia», declaró Klobuchar.
Derek Chauvin fue arrestado el pasado viernes. Inicialmente afrontó cargos por asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado. Los otros tres oficiales que participaron en la detención de Floyd —Thomas Lane, J. Alexander Kueng y Tou Thao— también fueron despedidos.
Previamente transcendió que Chauvin fue trasladado al correccional de la ciudad de Oak Park Heights, la instalación con el nivel de custodia más alto en el sistema penitenciario de Minesota, cuyos reclusos «requieren un mayor nivel de seguridad».
This is the on-line story: Attorney General Keith Ellison to elevate charges against officer who knelt on George Floyd's neck; also charging other 3 involved | Star Tribune https://t.co/YF4JFbpocp
— Amy Klobuchar (@amyklobuchar) June 3, 2020
Crisis en Estados Unidos tras el asesinato de George Floyd
La muerte de George Floyd provocó multitudinarias protestas en decenas de ciudades de EU, muchas de las cuales se tornaron violentas y generaron caos en el país.
Muchas ciudades han reforzado sus toques de queda y las autoridades en Nueva York y Washington ordenaron a la gente que despejara las calles cuando aún era de día.
Hubo protestas en otros puntos del país, como Los Ángeles, Miami, St. Paul, Minnesota, Columbia, Carolina del Sur y Houston, donde el jefe de policía habló con manifestantes pacíficos y prometió reformas.
Más de 20 mil miembros de la Guardia Nacional han sido llamados en 29 estados para combatir la violencia. Nueva York no es uno de ellos y el alcalde, Bill de Blasio, ha dicho que no quiere al contingente. El gobernador, Andrew Cuomo, describió el martes lo sucedido en la ciudad como “una desgracia”.