Felipe Cruz Vega, jefe de la división de Proyectos Especiales de Salud, del Instituto Mexicano el Seguro Social (IMSS), aseguró que la capacidad hospitalaria mexicana está preparada para enfrentar diversos fenómenos, como el sismo que ocurrió la mañana de esta martes en las costas de Oaxaca con magnitud 7.5 y que ha dejado al menos cinco personas murtas y daños materiales.
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El médico explicó que en México, con motivo del sismo de septiembre de 1985, así como con experiencias similares ocurridos en Chiles y Costa Rica, en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1996 se llevó a cabo una reunión para mejorar la seguridad de los hospitales, en lo que el país ha destacado en estas acciones a través del programa Hospital Seguro.
“En 1985 en menos de 70 segundos perdimos más de cinco mil camas de alta complejidad, fue un drama impresionante, aunque algunos hospitales no se cayeron, perdieron elementos vitales. Esta enseñanza se unieron a otros fenómenos ocurridos en Chile, Ecuador, Costa Rica; la ONU decidió hacer algo para esto y México tomó la iniciativa y en 1996 hubo una conferencia internacional para incrementar la seguridad en los hospitales”.
Después de eso se firmó un convenio con un primer índice de seguridad, en 2005 como consecuencia del tsunami de diciembre de 2004, se firmó otro acuerdo entre 158 países, la siguiente reunión de este tipo organizada por la ONU fue en 2015 después del sismo, tsumani y desastre nuclear de Japón, el convenio derivado de eso fue firmado por 196 países.
Aseguró que el éxito del programa en México se debe a que lo preside la Coordinación Nacional de Protección Civil, quien puede tomar la decisión de cerrar un hospital si no tiene las condiciones necesarias para operar.
“Hospital Seguro son servicios que permanecen accesibles, que funcionen a su máxima capacidad para que en poco tiempo podamos disponer de espacios y recibir pacientes graves en su misma infraestructura, también se tiene un enfoque multiamenaza”.
Estas medidas se suman a las características estructurales de las unidades médicas, pues este elemento representa la mitad de su seguridad, por lo que su evacuación no sería necesaria, pero en caso de de ser así se cuenta con un protocolo para esto.
El cual establece que las áreas críticas, como unidades de cuidados intensivos y de cirugía deben ser los primeros en desalojarse.
También hay criterios para la evacuación sin poner en riesgo la vida de las personas, pues se realizan con alto nivel de capacitación y de disciplina.
Además, los hospitales sólo deben ser evacuados cuando así lo recomiendan las autoridades, ya que hacerlo sin que sea necesario, incrementa el riesgo para los pacientes y el personal.
Felipe Cruz Vega, dijo que tras el sismo de este 23 de junio, a los pocos minutos se tuvo un panorama muy completo de las afectaciones en las unidades de salud localizadas en Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Michoacán, Morelos y Puebla.
De las 392 que se distribuyen en esas entidades, sólo el anexo a la clínica del IMSS Bienestar de San Juan Ozolotepec tuvo daños que la inhabilitan, por ello sólo hay servicio de consulta externa.
El otro inmueble que resultó afectado fue el Hospital General de Subzona 41 en Huatulco, Oaxaca, que requerirá reparaciones en zona de consulta externa y enseñanza.
