En su conferencia matutina de este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que los juegos de video fomentan la violencia y el racismo, por lo que es importante dar mayor atención a los niños, cambiar los contenidos de los libros de texto y poder regresar a los salones de clases para que no se pierda la convivencia.
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“Tenemos que trabajar más, por eso los cambios en los contenidos de los libros de texto y la educación no formal y la atención a los niños, por eso la importancia del regreso a clases presenciales. Me comentaban con preocupación algunas personas lo que ven los niños en la televisión o en los juegos, la violencia, los enfrentamientos, estos que se dan en los juegos, racistas. En el juego quitarle la vida a un afroamericano o a un mexicano tiene no sé qué valor, si es blanco vale más o vale menos, esas cosas”.
Esta declaración puede compararse con una realizada por el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras el tiroteo realizado por un joven supremacista blanco en un supermercado en El Paso Texas, en el que 23 personas fueron asesinadas, nueve de ellas eran mexicanas.
“Debemos detener la glorificación de la violencia en nuestra sociedad. Esto incluye los horripilantes y espantosos videojuegos. Es demasiado fácil para los jóvenes con problemas rodearse de una cultura que celebra la violencia. Tenemos que poner fin a esta situación o reducirla sustancialmente. El cambio cultural es difícil, pero cada uno de nosotros puede elegir construir una cultura que celebre el valor y la dignidad inherentes a toda vida humana”.
Videojuegos no son responsables
Sin embargo, para especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) los juegos de video no son responsables de generar personas violentas, pero sí pueden causar adicción de acuerdo con el tiempo que dediquen a ellos, sin importar el contenido que tengan, pues generan placer a los jugadores.
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Feggy Ostrosky Shejet, profesora de la Facultad de Psicología y doctora en Biomedicina, explicó que los videojuegos no necesariamente generan violencia, ya que responden a los gustos y emociones de cada persona, por lo que quienes tengan personalidades agresivas eligen juegos con contenido violento.
“Hay diferentes tipos de videojuegos. En unos puedes planear, organizar y secuenciar. Esto es bueno, como SimCity, donde puedes diseñar una ciudad y mantener un presupuesto. Hay otros que funcionan con miles de personas alrededor del mundo y no son violentos”.
Los problemas inician por la cantidad de horas que se dedican a la pantalla, porque esta adicción es peligroso al dejar la socialización con los demás, esto es indispensable para sobrevivir, más en las etapas tempranas del desarrollo del cerebro, ya que se puede perder la capacidad para entablar una conversación o ser en los momentos en que uno tiene que ser prudente.
“Lo que vemos en los perfiles de asesinos en masa es gente a la que le cuesta trabajo convivir con los demás y se siente rechazado. Eso los va aislando, hasta establecer vínculos con páginas de Internet que fomentan sus fantasías aberrantes de odio y depresión. Por eso actúan sus fantasías, hasta llegar a matar o poner bombas”.
Jaime Eduardo Calixto, profesor de la Facultad de Psicología, manifestó que hay personas que pueden dedicar hasta 30 por ciento de su día a los videojuegos, sobre todo cuando los padres no tienen retroalimentación con sus hijos para limitarlos.
“Como cualquier dependencia, la edad en que se inicia este proceso es entre los ocho y los 15 años. Este es el periodo en el cual el cerebro no tiene las estructuras formadas, las conexiones neuronales específicas para poder decir que no, en consecuencia, el adicto se comporta totalmente entregado a la connotación de hacer o terminar el juego que está pendiente”, destacó.
Finalmente, dijo que para atender esta situación es necesario atender la relación de los padres e hijos, ser consciente que se trata de una dependencia que tiene que ser tratada, según el nivel de la adicción puede recurrirse a terapia, atención psiquiátrica, a la paidopsiquiatría e incluso hacer estudios neurológicos.
