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Frida Sofía, el mito que indignó a los mexicanos tras el sismo del 19S

Este domingo se cumplen 4 años del sismo de 7.1 que sacudió a México el 19 de septiembre de 2017 y que además de tragedia, trajo consigo polémica

Caso Frida Sofía

Este domingo 19 de septiembre se cumplen 4 años del sismo de magnitud 7.1 que sacudió a México, en especial a la Ciudad de México, en donde al sur de la capital, el Colegio Enrique Rébsamen se convirtió en el foco de atención durante varios días debido al caso Frida Sofía, el cual terminó por desatar una gran polémica.

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Hoy 4 años más tarde, la polémica del caso, sigue siendo recordada en esta fecha en la que se rinde homenaje a la memoria de todas aquellas personas que no lograron sobrevivir a aquel devastador sismo.

Diversos medios de comunicación en vivo y las redes sociales fueron la cuna de fake news y la desinformación que se vivió luego del sismo del 19 de septiembre de 2017.

Ahora a cuatro años de la tragedia, el caso de Frida Sofía, la «niña atrapada» debajo de los escombros del Colegio Enrique Rébsamen, sigue destapando nuevos y diferentes relatos a los que se contaron en medio de aquella tragedia.

El periodista Diego Salazar cuenta en su libro “No hemos entendido nada: Qué ocurre cuando dejamos el futuro de la prensa a merced de un algoritmo” que Televisa y la periodista Danielle Dithurbide fueron los creadores de la “farsa” de Frida Sofía

Aristegui y su equipo plantearon dudas sobre lo que ocurría en la escuela Rébsamen, alguna de ellas alarmada y alarmante, pero no lograron desbaratar nada porque no llegaron a verificar nada. De hecho, hicieron lo mismo que criticaron a sus colegas de Televisa y otras cadenas: repetir -o amplificar- testimonios ajenos sin hacer esfuerzo alguno para contrastarlos”, se puede leer en el texto, reproducido en el portal de El Diario.

Pero también las autoridades gubernamentales poco hicieron para darle un mejor tratamiento a la información delicada.

“El problema mayor en el colegio Enrique Rébsamen fue que quien debía controlarlo todo no ejerció ningún tipo de control. Los oficiales al mando no solo no manejaban el flujo de información y recibían datos sensibles -que hubieran tenido que valorar y confirmar en privado- delante de las cámaras.

“Esa información no solo provenía muchas veces de fuentes civiles sobre las que no tenían ninguna autoridad ni control, sino que, como he explicado ya, la repetían casi de inmediato ellos mismos frente a las cámaras, convirtiéndola así en oficial”, continúa el texto de Salazar.

Durante los trabajos de rescate en la Ciudad de México, cientos salieron a las calles para ayudar. Uno de ellos fue Antonio Juárez Valladares, quien se dedicaba a ser payaso y se identificaba con el nombre de “Toto, el payaso loco”.

El periodista Diego Salazar identificó a Antonio por un Facebook Live donde afirmaba que la Marina los había retirado de la escuela a pesar de que en el derrumbe se encontraban con vida Frida Sofía y hasta cinco personas más.

También lo observó en varias transmisiones en televisión, una de ellas donde se le observa portando un chaleco fucsia con el que ingresa al boquete donde se supondría que estaría Frida Sofía.

En entrevista con Juárez Valladares, él le recalcó al periodista que no era rescatista, su chaleco fucsia era de una agencia de viajes, Escápate Ecoturismo, que utilizaba porque “era lo único fosforescente visible” que tenía.

“En esa situación, todas las personas que llevaban algún chaleco se convertían en rescatista. Así tuvieras el chaleco debajo de la almohada, lo sacabas y en la calle automáticamente ya eras un rescatistas”.

Por eso y por la desorganización que reinaba en la zona del desastre en el colegio es que Juárez Valladares pudo hasta ingresar en el boquete donde estaría Frida Sofía, con la aprobación de un marino y un “topo”, según contó él mismo a Salazar.

Cuando el periodista le preguntó si seguía pensando en lo que dijo en el Facebook Live, de que personas vivas fueron abandonadas a su suerte en la escuela derrumbada, Juárez Valladares “se quebró, lloró y me dijo que sí”, narra Salazar.

“No soy experto en estrés postraumático ni pretendo diagnosticar a nadie. Solo un profesional en psiquiatría, luego de auscultar a los pacientes, podría afirmar si es el caso, pero resulta útil ver los varios testimonios de los rescatistas -Juárez Valladares incluido- que afirmaron durante dos días que habían visto, oído o percibido a una niña a la luz de lo que sabemos ocurre con la memoria y el proceso de formación de recuerdos cuando nos enfrentamos a situaciones de estrés elevado”, dice el texto de Salazar.

A continuación, el periodista cita al doctor Bessel van der Kolk quien afirma que “enfrentados al horror, este sistema (de formación de memoria) se ve abrumado y se quiebra”.

“A sabiendas de la manera en que se comporta nuestro cerebro ante situaciones traumáticas, no podemos pretender que rescatistas voluntarios, sin mayor experiencia en zona de desastres ni en manejo de situaciones de alto estrés mantengan la calma, el orden y además se conviertan en voceros confiables cuando tienen una cámara o un micrófono delante.

“No se puede decir lo mismo de profesionales entrenados y experimentados, como se supone que son dos altos oficiales de la Marina como los almirantes Vergara y Sarmiento, y el resto del personal militar que estuvo apostado en el colegio Rébsamen. Si bien estos también pueden ser presa del estrés postraumático, debido a su entrenamiento sí podría exigírseles cautela a la hora de manejar información delicada y que no contribuyan al caos informativo con declaraciones a cámara en vivo”, continúa el texto de Diego Salazar.

En el colegio murieron 19 niños y siete adultos, todos de verdad; en el mismo lugar donde se originó el mito de Frida Sofía “gracias a la cámara de eco que construyeron unas autoridades irresponsables -que además intentaron luego escurrir el bulto- y unos medios presos de la espectacularidad del directo”.

Así surgió la polémica del caso Frida Sofía

“Hay una niña entre los escombros”: la alerta inicial

Alrededor de las 9:00 de la mañana del 20 de septiembre, rescatistas que se encontraban en la zona comentaron que se detectó con un escáner térmico a una niña bajo los escombros.

Posteriormente, se comentó que los padres de la niña habían solicitado que no se mencionara el nombre de su hija por respeto a la familia.

“Frida Sofía”

A las 10:00 horas, comenzó a circular entre los medios que la menor se llamaba “Frida Sofía”.

Aproximadamente a las 22:00 horas, el almirante José Luis Vergara, oficial mayor de la Marina, confirmó en entrevista con Milenio que había una menor bajo los escombros llamada “Frida”.

En reiteradas ocasiones, Vergara insistió que el movimiento que se detectó con el aparato se trataba de “Frida”.

Sin embargo, a las 23:00 horas, Aurelio Nuño informó en entrevista con Foro TV que no se tenía la certeza de que la menor se llamara así.

Sus “padres”

Al inicio de la cobertura, Noticieros Televisa informó que los padres de “Frida Sofía” se encontraban en la zona colindante al Colegio Enrique Rébsamen esperando a salvar a su hija de las ruinas, donde ya se habían recuperado a 11 menores.

Personal de la Marina, de la Secretaría de Educación Pública y del colegio Enrique Rebsamen contactaron a cada Frida y a cada Sofía inscritas en la escuela.

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Buscaban «Fridas» y «Sofías» porque, decían, así se llamaba la niña atrapada. Hablaron por teléfono a cada familia porque no había padres esperando a que rescataran a su hija.

Sin embargo, alrededor de las 22:00 horas la información cambió puesto que tanto el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño y rescatistas entrevistados a las afueras del colegio indicaron que no se sabía nada de los padres de la menor y se declaró que los estaban buscando.

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