Opinión

Así viví los granadazos del 2008

Recuerdo aquel 15 de septiembre del 2008, la fecha fatídica de los granadazos en Morelia, el día en que la celebración del grito de independencia se convirtió en una verdadera tragedia

Recuerdo aquel 15 de septiembre del 2008, la fecha fatídica de los granadazos en Morelia, el día en que la celebración del grito de independencia se convirtió en una verdadera tragedia, año en que Leonel Godoy Rangel, gobernaba Michoacán y Fausto Vallejo Figueroa era presidente municipal de Morelia.

Como cada noche del grito, el gobierno en turno solicitaba a la Radio y la Televisión, conductores para realizar la transmisión de la ceremonia; esa noche me tocó compartir cámaras y micrófonos con Andrea Ávila de Canal 13 y con Enrique Alcázar, del SMRTV, justo en el salón principal de Palacio de Gobierno, a unos 6 metros del gobernador Godoy Rangel, que se encontraba en el balcón, listo para ‘dar el grito’, justo a las 23 horas.

El momento del grito y la tragedia

Todo transcurría como siempre, con un ambiente de fiesta y una verbena popular en plena Avenida Madero, cuando finalmente alrededor de las 11 de la noche, Leonel Godoy conforme al protocolo y se dirigió al balcón, y gritó: ‘¡Michoacanos, viva la independencia, vivan los héroes que nos dieron patria, viva Hidalgo, viva Morelos, viva Guerrero, viva Allende, viva la Corregidora, Viva Michoacán, Viva México, viva México, viva México!’.

Enseguida tomó el badajo de la campana, pero ¡oh sorpresa! no sonó, por más esfuerzos del ejecutivo, no se escuchó el tañer de la campana, y como al tercer intento lo que se escuchó fue el más siniestro estruendo en el corazón de la antigua Valladolid, una explosión que la mayor parte de los asistentes confundimos con un cohetón de la pirotecnia incluyendo el Maestro Godoy, quien sonrió unos segundos después, al parecer por la confusión.

La ceremonia continuó, se cantó el Himno Nacional Mexicano, mientras que por el otro lado, la escena en la plaza Melchor Ocampo era dantesca, mujeres, niños, personas de la tercera edad y adultos en general, heridos, ensangrentados, tirados en plena plaza sin dar crédito a lo que acababa de suceder, el primer acto terrorista en México, un cobarde y artero ataque contra la sociedad civil y en la fecha más simbólica para los mexicanos, la noche del grito de independencia.

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El saldo fatal

Era una confusión total, versiones corrían por todos lados en los pasillos de Palacio de Gobierno; desde los balcones, se pudo observar una ambulancia llegar al lugar, los paramédicos entraron en acción, quienes seguramente, jamás se imaginaron encontrarse con algo similar. Habían muerto personas en el lugar, otros fallecieron en los hospitales, y se tenía el reporte de más de cien heridos. La transmisión televisiva terminó sin mencionar lo que había sucedido, porque todo eran rumores y confusión; esa noche se convirtió en una de las páginas más negras en la historia de México.

Este servidor alcanzó a salir de Palacio, caminar entre la Avenida Madero e ir a la plaza Ocampo, y lo que estos ojos vieron jamás podrá ser borrado de la memoria, de esas sensaciones y emociones que te aprieta el corazón y te conmueve el alma.

Entonces yo trabajaba en CB Televisión como conductor de noticias y en plena cobertura grabando video, se encontraba Cuauhtémoc Cortés, uno de los productores y reporteros gráficos más capaces y profesionales con los que he colaborado, y persona que documentó en video lo sucedido, lo que sirvió para minutos después informar por medio de la televisora al auditorio de lo que había sucedido, con un Ignacio Martínez al aire, describiendo la tragedia e informando de los fatídicos sucesos.

Los funcionarios de los diversos poderes, encabezados por Godoy y Vallejo, hicieron recorridos en los diversos hospitales, donde llevaron a los heridos; un halo de desolación e impotencia cayó sobre nuestra Morelia.

El gobierno dejaba entrever que los culpables del artero ataque había sido la delincuencia organizada, pero entonces, por medio de mantas, publicaciones etc., se deslindaron de los granadazos tanto La Familia Michoacana, como Los Zetas y el propio EPR; nadie, NADIE se encuentra encarcelado en la actualidad por esos atentados; la impunidad y la falta de prevención mataron a ocho y dejaron secuelas en más de cien.

El peregrinar de los afectados

En la actualidad, los familiares de las víctimas y personas que quedaron con afectaciones físicas y marcados para siempre por la fatalidad, continúan con su peregrinar en cuanto a los apoyos y/o pensiones para ellos, esperemos que siempre se esté al pendiente que su pensión sea digna y que llegue en tiempo y forma, es lo menos que podemos hacer.

Un respetuoso saludo a los familiares de las víctimas del primer ataque terrorista en México.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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