El anuncio sobre la construcción de 100 universidades se enmarca en el programa “Universidades para el Bienestar Benito Juárez García 2018-2024″ que, de acuerdo con el Ejecutivo federal, busca garantizar el derecho a la educación gratuita a quienes quieran estudiar una carrera profesional. Esta decisión es sin duda una señal positiva; sin embargo es imprescindible que también se garantice la calidad de la educación, y se plantee una educación que permita a las personas enfrentar los retos del mercado laboral global.
No te pierdas:
Si bien en el programa se señala que las carreras ofertadas estarán vinculadas a las vocaciones productivas de cada región, lo cierto es que no pueden separarse las vocaciones productivas regionales del contexto global, ya que se encuentran profundamente interrelacionadas. De acuerdo con un reporte de la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo de la OIT, el trabajo que será potencialmente desplazado por la automatización se situará aproximadamente en un 15%, expresado en tiempo completo, y entre el 3% y 14% de la fuerza de trabajo mundial se verá forzada a cambiar de categoría ocupacional.
La misma Comisión señala en otro informe que uno de los cambios fundamentales en la demanda de trabajo será que la automatización y la robotización aumentarán la necesidad de capacidades técnicas en la fuerza laboral. En ese sentido, resulta preocupante que el paquete económico enviado para 2019, considere una reducción de 2 mil 299 millones pesos al CONACYT.
Lee también:
La digitalización y la automatización del trabajo están transformando la cantidad, naturaleza y calidad de los empleos. Todos los planes para la educación en México necesitan tomar en consideración esta realidad, de lo contrario, no podremos preparar a las personas para insertarse en el mercado laboral del siglo XXI en condiciones de igualdad, ni construir futuro digno para todos y todas.