Opinión

Abre sus puertas el closet de cristal cortado para que conozcamos a Salvador Novo

Esta vez comenzaré con una pregunta ¿Saben quién fue Salvador Novo? ¿No? Bueno, les cuento que fue uno de los más grandes poetas del siglo pasado; nacido en la ciudad de México en 1904, vivió su infancia a través de la Revolución Mexicana. Fue un amante del teatro, de la buena comida y la de la buena vida, un auténtico sibarita.

Esto le permitió ejercer también como periodista; era admirado por la elite del poder de ese entonces. Fue muy notable su homosexualidad, que no ocultaba para nada, era provocador, sarcástico, pícaro y hábil con las palabras. Era el único hombre que sacaba la polvera para retocarse en Palacio Nacional y nadie decía nada. Decían que era el Oscar Wilde mexicano.

Fue nombrado por el presidente Gustavo Díaz Ordaz como cronista de la Ciudad de México. También incursiono en el mundo de la publicidad, con slogans que ya son parte de nuestra cultura colectiva como el de “Mejor, mejora, mejoral”;  “De Sonora a Yucatán, todos usamos sombreros Tardan”; “Haga los tres movimientos de Fab, remoja, exprima y tienda”; o el del famoso “¡Arroz!”, que hiciera celebre Mauricio Garcés en todas sus películas.

Y se preguntarán, porque nos haces un recuento de este personaje que vio nacer al México de la postguerra. Pues porque fui al teatro La Capilla a ver “Novo, en un closet  de cristal cortado”. Si les soy sincero, sabía quién era este dramaturgo, pero no de su importancia. Al llegar al teatro, para mi sorpresa fue estaba lleno, no cabía ni un alfiler.

La escenografía es simple, en medio del escenario una vitrina sin cristales, hecha de madera totalmente, y a un lado una mesa, la cual tenía una copa y una jarra con agua. El texto es de Alejandro Román, este plasma a un Novo  de una manera muy transparente, quien lo conoció, diría que capturó su esencia. De la mano va la dirección, donde el responsable es Guillermo Navarro quien lleva a Gerardo González a representar a este singular poeta, que lo hace de una forma tan digna que hasta el mismo Salvador se asombraría.

Con esta puesta en escena Gerardo celebra 40 años sobre los escenarios; cómo no recordar alguna de sus participaciones en musicales como “Godspell”, “El Show del horror de Rocky”, “El Fantasma de la ópera”, “Jesucristo súper estrella”, “El Diluvio que viene”, “Violinista en el tejado”, “La Bella y la bestia”, “Hoy no me puedo levantar”,  y así podría seguir llenando líneas con su trabajo teatral.

Pero como lo conocimos en los ochenta con el personaje de Porkirio de la serie de televisión “Cachún-Cachún Ra Ra”. Ver a este gran histrión sobre las tablas fue algo sin igual, ya que me conmovió esta obra de tal manera, que me quedé con ganas de conocer más de este personaje.

Días después logre platicar con Gerardo acerca de esta y me contó, que para la preparación, estudio a fondo la vida de éste y que tuvo el privilegio de entrar a la oficina de Novo, tal cual la dejó cuando murió en 1974. Cuando entro quedó asombrado de cómo el tiempo por ahí no pasó.

Conservaba sus peluquines, unas manos hechas de yeso con los anillos que usaba (porque no era nada austero), había un sillón rojo de terciopelo, el cual fue hecho en la oficina, sus textos, el escritorio, donde seguro escribió algunos de sus más celebres poemas.

Novo también construyó el teatro La Capilla, y lo que ahora es el teatro bar el Vicio, era el restaurante del poeta, que en esos tiempos de esplendor, si querías ser visto o que hablarán de ti, tenías que ir a ese restaurante. Tuvo visitantes como los presidentes de la época, artistas plásticos así como intelectuales, la crema y nata de la sociedad, y luminarias del calibre de María Félix y Dolores del Río; todos los que enriquecieron la época de oro del cine nacional.

Pero lo peculiar era que el mismo Novo te cocinaba, porque era un amante del gourmet. Esta obra representó un gran reto para Gerardo, porque nunca había hecho un monólogo, y tuvo muy poco tiempo para montarlo. Esté llena de nostalgia apoyada en la multimedia y de repente escuchas su voz citando algunas frases célebres  de éste.

En verdad es una grata experiencia ver esta obra, que para mi gusto tendría que ser obligatoria en alguna materia de secundaria o preparatoria. Se presenta todos miércoles a las ocho de la noche en el teatro La Capilla. Bajará el telón el 25 de septiembre. Deseo que cuando cumpla su ciclo en este enigmático recinto la repongan en otro para que la gente la conozca y se dé una idea de lo que fue este escritor para la cultura mexicana.

Los invito a que me sugieran, comenten y también me recomienden lo que les gusta. Mis redes sociales son: Twitter @Tinajas, Instagram @tinajas75 y nos vemos la próxima semana

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