Los conflictos y las crisis mundiales triplicaron el número de niños que requieren apoyo educativo: en 2016 eran 75 millones, en la actualidad son 222 millones, de acuerdo con información de “La Educación no Puede Esperar”, fondo perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Entre los efectos multiplicadores de dicha cifra destacan las guerras, las catástrofes climáticas y crisis prolongadas como la pandemia de Covid-19, señalaron representantes de “La Educación no Puede Esperar” durante una conferencia de prensa.
De los 222 millones de niños cuyo derecho a la educación fue vulnerado, según las estadísticas del fondo de la ONU, alrededor de 78 millones están sin ningún grado de escolarización. Este número es más alto que la población total de Francia, Italia o Reino Unido.
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“Existe una crisis de la educación que representa un ataque a nuestra humanidad, una afrenta moral a las promesas vinculantes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y un gigantesco paso atrás en nuestros persistentes esfuerzos, contra viento y marea, por encontrar la paz en nuestro tiempo”, aseveraron los responsables del mencionado ente.
Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas estima que 244 millones de niños y adolescentes de todo el mundo no asisten a la escuela, mientras que 763 millones de jóvenes y adultos son analfabetos –no saben leer ni escribir.
“La educación es nuestra inversión en la paz donde hay guerra, nuestra inversión en la igualdad donde hay injusticia y nuestra inversión en la prosperidad donde hay pobreza”, enfatizaron los representantes del fondo perteneciente a la ONU.
