El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aceptó reducir la jornada laboral a 40 horas semanales de manera gradual y flexible, tal como lo advirtió Esteban Martínez, titular de la Unidad de Enlace de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Este lunes 18 de diciembre se instaló la Mesa de Trabajo para implementar la reducción a la jornada laboral, para pasar de 48 a 40 horas semanales; es decir, que por cada cinco días de trabajo, se descansen dos y que esto quede asentado en el Artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM).
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Sin la presencia de la diputada Susana Prieto Terrazas, legisladora promovente de la iniciativa, la Mesa integrada en su mayoría por hombres inauguró un periodo de trabajo que terminará en febrero de 2024 para que la reforma sea subida a Pleno en marzo del próximo año, aún a pesar de que el dictamen estaba listo para ser votado desde el 25 de abril de 2023.
Entre los integrantes más destacados de dicha mesa están Jorge Romero Herrera (PAN), Ignacio Mier Velasco (Morena), Tereso Medina Ramírez (PRI/CTM), Gerardo Fernández Noroña (PT), Sergio Barrera Sepúlveda (MC) y Jesús Alberto Velázquez Flores (PRD).
Por parte del gobierno federal, acudieron Esteban Martínez Mejía (Segob) y José Luis Sánchez (STPS). Aunado a ellos, por parte del sector empresarial y de las cámaras de comercio, acudieron Francisco Cervantes Díaz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE); Héctor Tejada presidente de la CONCANACO/SERVITUR; y Lorenzo Roel Hernández, como representante de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Después, los participantes plantearon su postura, donde destacó la de Martínez Mejía, quien, a título de la Segob, agradeció que el gobierno de la Cuarta Transformación (4T) se sumara a la discusión en la Mesa de Trabajo y sostuvo que, desde el Poder Ejecutivo está la disposición de ayudar a la clase trabajadora.
Para legitimar su relato, recordó que en lo que va de la actual administración se han dado avances en materia salarial, como el incremento al 110% del Salario Mínimo; en materia de prestaciones, como el incremento a los días de vacaciones; y en materia administrativa, como la reforma a las aportaciones patronales, por lo que aplaudió el encuentro.
Señaló que toda política social requiere del respaldo y legitimidad que otorgan las partes que se ven modificadas, por ello hizo hincapié en que se debe de establecer un balance entre las horas trabajadas y la vida de los trabajadores, pues preocupa su salud física y mental. “No es secreto que México tiene uno de los peores balances entre la vida y el trabajo”, señaló.
Por ello, en esta apertura de diálogo dijo que no se puede ignorar la tendencia global de reducción de la jornada laboral y, por tanto, contribuir al debate, por lo que van a contemplar, para que la iniciativa sea aprobada, factores como la flexibilidad, gradualidad, temporalidad, tal y como lo había planteado los representantes de la Coparmex y el CCE en los foros del Parlamento Abierto en relación a esta iniciativa.
También se destacaron las participaciones de Gerardo Fernández Noroña e Ignacio Mier, quienes recordaron la pérdida de derechos laborales en México y la no correspondencia entre el descanso con el tamaño de la economía nacional. Por ejemplo, el diputado del PT recordó que hasta 1977 el Salario Mínimo iba en ascenso respecto a su capacidad adquisitiva, pero a partir de 1978 comenzó su reducción precipitada.
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Aunado a ello, señaló que en México la distribución de la riqueza generada por las empresas es 70% para el patrón y 30% para los empleados; siendo que en Estados Unidos (EE. UU.) ocurre exactamente al revés.
Asimismo, Mier Velasco recordó que el tamaño de la economía de la república no es correspondido con el descanso de sus trabajadores, pues México ocupa el lugar 13 en economías del mundo, pero el 152 en ejercicio del derecho al descanso por parte de la clase trabajadora.