En Oaxaca una boda entre adolescentes en la comunidad indígena de San Juan Yosocani, ha provocado una ola de indignación y debate en redes sociales, ya que la boda de Julio César y Jacqueline fue bajo el supuesto de “usos y costumbres”, por lo que menores de edad ingirieron bebidas alcohólicas.
La ceremonia quedó documentada en fotos y video que ya circulan en internet, y muestran a la joven pareja contrayendo matrimonio ante familiares y amigos, incluyendo a otros adolescentes.
¿Por qué el baile de “La Calabaza” indignó tanto?
Durante el tradicional baile de “La Calabaza”, niños y adolescentes participaron devolviendo prendas a los novios y a cambio de ello eran “premiados” con cervezas, las cuales fueron ingeridas por los menores sin objeción y hecho quedó grabado en imágenes.
Ante la situación, los habitantes de la localidad han intentado justificar estas acciones apelando a los “usos y costumbres” de la comunidad, incluyendo el otorgamiento de bebidas alcohólicas a niños.
A pesar de las explicaciones, la difusión de las imágenes ha reavivado el debate sobre los límites de las tradiciones culturales frente a los derechos y la protección de la infancia.
¿Qué dice la autoridad?
Mientras que, los recién casados disfrutaron de un pastel y las felicitaciones, la atención pública se centra ahora en las implicaciones de esta boda y las prácticas observadas, que podrían contravenir leyes de protección a menores en México.
En tanto, las organizaciones de derechos humanos y autoridades locales aún no han emitido un pronunciamiento oficial sobre este caso que ha puesto en el ojo del huracán las tradiciones de San Juan Yosocani.