LISBOA (AP) — El gobierno portugués se convirtió en blanco de las críticas por sus planes de permitir que las personas contagiadas con COVID-19 voten presencialmente en las próximas elecciones, al tiempo que las autoridades batallan para cuadrar el derecho a sufragar con la tarea de proteger la salud pública.
Los votantes elegibles que están contagiados y confinados en casa —cerca de 600.000 personas para el día de la elección del 30 de enero, de acuerdo con cálculos oficiales— tendrán permiso de acudir a votar en persona como una medida excepcional, anunció el gobierno el jueves.
Sin embargo, las autoridades recomiendan que acudan a votar sólo en un periodo de 6:00 a 7:00 de la tarde, cuando los centros de votación suelen tener menos gente, dijo la ministra de Justicia e Interior Francisca Van Dunem después de una reunión del gabinete.
La ministra agregó que no resulta práctico operacionalmente establecer filas y casillas separadas en los centros de votación para personas contagiadas.
Dijo confiar en el “comportamiento históricamente ejemplar” de los portugueses para garantizar que la votación se realice con seguridad y sin contratiempos.
Portugal reportó el jueves oficialmente más de 56.000 casos diarios nuevos de COVID-19: un nuevo récord en medio de un aumento reciente del que se culpa a la variante ómicron.
El uso de mascarillas es obligatorio en áreas públicas cerradas y la Dirección General de Salud recomendó que la población contagiada use mascarillas quirúrgicas o FFP2 —pero no mascarillas de tela— en los centros de votación. Además, deben llegar al lugar a pie o en auto, evitando la utilización de transporte público.
La Asociación Nacional de Médicos de Salud Pública expresó su asombro sobre las medidas, señalando que representan “una falla de planeación” para la elección anticipada, que fue prevista hace dos meses.
La decisión del gobierno establece “un precedente evitable” al permitir que personas contagiadas salgan del confinamiento, y hará más difícil que las autoridades de salud persuadan a las personas contagiadas a permanecer en casa, subrayó la asociación en un comunicado.
Indicó que recomendará que los médicos se rehúsen a toda responsabilidad médica relacionada con las medidas del gobierno.
Si bien el número de personas contagiadas ha aumentado en Portugal, la presión al sistema de salud pública ha permanecido manejable, de acuerdo con las autoridades. El miércoles, había apenas alrededor de 2.000 personas en hospitales y 152 en unidades de cuidados intensivos.
El ministro de Salud dijo que el 89% de la población de 10,3 millones se encuentra completamente vacunado, una de las tasas más altas del mundo.