Los altos precios de los agroproductos en México obedecen a factores como baja oferta y alta demanda, caída en la producción, incremento de costos y abandono de tierras de cultivo ante el aumento de la presencia del crimen organizado, por lo que hay poco optimismo para pensar que regresarán a niveles estables en 2022, aseguró el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
Para el organismo, es necesario que se implementen políticas públicas para que se tenga un campo más productivo y así garanticen la producción y abasto de alimentos.
La autoridad debe tomar decisiones basada en “datos, en evidencia científica, y no en ideologías radicales que sólo conducen a retrocesos y que se convierten en una barrera a la modernidad, lo que impide garantizar el abasto de alimentos a la población”.
Sobre todo ahora que “en los últimos días se ha señalado que los alimentos en México subieron casi el doble de precio que en Estados Unidos y que la canasta de más de 100 tipos de alimentos que cotiza el INEGI subió 11.3% durante el año pasado, su mayor aumento desde 1998″.
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Sin embargo, “si bien los precios de los productos agroalimentarios se han visto afectados por variables externas e internas, también existe poco margen para el optimismo sobre el regreso a condiciones de mercado más estables durante este 2022 en el país”.
La producción se ve afectada por las presiones que hay en los costos de producción, alzas de precios de energéticos, desbalance entre oferta y demanda, factores climáticos, escasez de contenedores e incremento del doble de precios de los fertilizantes que son insumo prioritario en la producción.
Además de que “es difícil pasar por alto el factor de la violencia proveniente del crimen organizado en algunas regiones del país, por lo que se estima que una importante cantidad de hectáreas se han dejado de trabajar, además de la preocupante y creciente dependencia del exterior en productos básicos, como maíz, trigo, frijol, lácteos y cárnicos”.