Un hondureño fue sentenciado a cadena perpetua más 30 años por narcotráfico en un caso que salpica al expresidente de Honduras Juan Orlando Hernandez, a quien fiscales estadounidenses acusaron el martes de ser “socio” del narcotraficante y recibir sus sobornos.
Durante la audiencia de sentencia de Geovanny Fuentes Ramírez los fiscales dijeron que Hernández recibió cajas llenas de efectivo en varias ocasiones e incluso en 2019, cuando era presidente.
“Hernández protegió al acusado de investigaciones (de la policía) y también, por supuesto, de la extradición”, dijo el fiscal Jacob Gutwillig.
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La fiscalía del distrito sur de Nueva York había hecho las mismas acusaciones contra Hernández el año pasado durante el juicio a Fuentes Ramírez.
El gobierno de Estados Unidos informó la víspera que el año pasado agregó a Hernández a una lista de funcionarios sospechosos de corrupción.
Hernández, quien llegó a la presidencia en 2014, finalizó su mandato el 27 de enero.
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Una vez que Hernández dejó la presidencia el Departamento de Estado estadounidense consideró que ya no era necesario mantener en secreto su inclusión en la Lista Engel que incluye a funcionarios sospechosos de corrupción o de socavar la democracia en Centroamérica.
Las acusaciones contra Hernández de que financió su ascenso político con sobornos de narcotraficantes surgieron durante el juicio por narcotráfico contra su hermano, el exlegislador Antonio “Tony” Hernández. Tony Hernández fue sentenciado en marzo del año pasado en Nueva York a cadena perpetua.
