MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El vice primer ministro segundo de los talibán, Abdul Salam Hanafi, ha asegurado que el operativo se ha saldado sin bajas entre los insurgentes y que no permitirán que nadie fomente la sedición en el país, según declaraciones publicadas por la cadena afgana de televisión Tolo News.
La semana pasada, los talibán asaltaron las posiciones de Mahdi, antiguo aliado, en Baljab. Sin embargo, no ha reconocido la derrota, ya que solo ocho de las 72 aldeas que conforman este distrito están bajo control de Kabul, por lo que ha anunciado que la "lucha continúa".
Por su parte, los residentes de las provincias vecinas de Sar-e Pul han expresado su preocupación por el posible aumento de la inseguridad que pueden traer consigo estos enfrentamientos.
"Esperamos que se encuentre una solución, que la violencia no se extienda y se escuche la voz de todos", ha dicho Raziq, residente de la provincia de Bamiyán; mientras que Masud Ejtiarai, habitante de Daikondi, ha recordado que este tipo de choques ha acabado en otras ocasiones por ocasionar "más daños" a quienes viven en las zonas centrales del país. "Confiamos en que se considere esto", ha dicho.
Por su parte, organizaciones como Amnistía Internacional han puesto de relieve en las últimas horas la necesidad de que los talibán, "como autoridades de facto", persigan y pongan fin a cualquier agresión contra la población civil, después de los informes sobre ejecuciones sumarias que se han conocido en Baljab.
"Las partes en conflicto están obligadas a observar plenamente las leyes de la guerra y evitar dañar a civiles e infraestructuras de carácter civil", ha reclamado Amnistía en Twitter, desde donde también ha pedido a los talibán que no bloqueen la labor de los medios de comunicación y de la asistencia humanitaria.
"Debe respetarse el libre flujo de información desde la zona de conflicto. Bloquear el transporte de necesidades esenciales para llegar a las comunidades es un crimen de guerra", ha recordado Amnistía, que pide a la comunidad internacional que "no cierre los ojos ante las crecientes violaciones de los Derechos Humanos en Afganistán" e impulse "la rendición de cuentas y el fin de la impunidad".