¿Tratamiento o cirugía, qué hay detrás de imagen rejuvenecida de Caro Quintero?

Rafael Caro Quintero, el líder criminal más buscado por las autoridades de Estados Unidos, fue capturado el viernes pasado durante un operativo en un municipio de Sinaloa, y durante su traslado, llamó la atención su cabellera negra, así como otros signos que denotan un tratamiento estético o incluso quirúrgico, con lo que se sumaría a una amplia lista de capos que recurren a estas técnicas para realiza cambios físicos.

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En México, algunos de los narcotraficantes más famosos se han sometido a operaciones estéticas para modificar su físico, ya sea con el objetivo de evadir a la justicia o en otras ocasiones por vanidad. Entre las modificaciones que se habrían hecho en su rostro están el desvanecimiento de pómulos, adelgazamiento del mentón, operación en la nariz, estiramientos de ojos, trasplante de pelo, entre otras.

Especialistas en seguridad mencionan que otra de las operaciones a la que recurren los narcotraficantes para evadir a la justicia es alterar las huellas dactilares de sus manos, las cuales reemplaza con la piel de los dedos de los pies que tiene una huella distinta.

Aquí te presentamos algunos de los casos más destacados de cambios que se han hecho los narcotraficantes, entre ellos los de Rafael Caro Quintero.

Amado Carrillo Fuentes

En 1997, “El señor de los cielos” falleció durante una cirugía estética a la que se sometía para cambiar su rostro y, así, eludir a la justicia. Estuvo al frente del Cártel de Juárez y era considerado uno de los líderes narcotraficantes más importantes y más buscado del país.

Ignacio Coronel Villarreal

Se trataba del líder del Cártel de Sinaloa, conocido como “Nacho” Coronel. En 2010, perdió la vida en el estado de Jalisco, en un enfrentamiento con integrantes de la Marina. Generó gran controversia porque se dudaba de su identidad, ya que las mejillas, mentón, y boca no eran las mismas.

Ramón Arellano Félix

Líder del Cártel de Tijuana, se sometió a una operación de nariz antes de morir en un enfrentamiento en 2002.

Heriberto Lazcano

Fue uno de los fundadores del Cártel de los Zetas, mejor conocido como “El Lazca”, se sometió a una cirugía de orejas.

Joaquín “El Chapo” Guzmán

El líder del Cártel de Sinaloa se ha sometido a distintas cirugías: se operó la nariz, afiló su rostro, se redujo las mejillas, un levantamiento de cejas, operación de párpados, se quitó las líneas de expresión de la cara y un levantamiento facial para rejuvenecerse.

Vicente Carrillo Leyva

El hijo de “El Señor de los Cielos” y quien fue detenido en el 2009, luego de que su esposa no modificara sus apellidos. “El Ingeniero” se sometió a diferentes cirugías estéticas en nariz, se elevó la frente, se hizo los pómulos más pronunciados, mentón y cejas.

Rubén Oseguera González

Hijo de Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Fue detenido en 2015, cuando se sometió a una operación de rinoplastia (operación estética de la nariz).

Roberto Mollado Esparza “El Betito”

Líder de la Unión Tepito, cártel de la capital del país, se sometió a un bypass gástrico para bajar 30 kilos, una prótesis capilar, se dejó crecer la barba que lo hacía lucir con aspectos más finos.

Rafael Caro Quintero

Fundador del Cártel de Guadalajara, el “Narco de narcos” ahora luce con cabello pintado de negro, sin bigote, el rostro más delgado y una nariz más estética. Caro Quintero fue nuevamente detenido el viernes 15 de julio por elementos de la Secretaría de Marina (Semar), será extraditado en los próximos días a Estados Unidos.

En los próximos días se esperan detalles de su situación médica, además del proceso legal que enfrente.

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Reconocimiento facial de alta tecnología

A pesar de las cirugías plásticas a las que se han sometido los delincuentes, estos no logran escapar de los programas de reconocimiento facial de alta tecnología.

Raúl Benítez Manaut, especialista en seguridad, explica que aunque el rostro sea completamente distinto, existen huesos que no cambian, sobre todo los de la mandíbula, los de la frente y su distancia de la nariz, la separación entre las cejas y la forma y el tamaño del ojo.

“Las máquinas muy sofisticadas sí te reconocen, pero las más sencillas, no. Por ejemplo, las máquinas de los aeropuertos son para revisar pasaportes, pero no rasgos faciales ni el iris del ojo. Además, otros rasgos que no cambian son la estatura y si la persona es derecha o zurda”, explicó Benítez Manaut.

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