LUSAIL, Qatar (AP) — Kylian Mbappé firmó una tripleta en la final de una Copa del Mundial, fue el máximo goleador y se confirmó como la figura llamada a dominar la era post Lionel Messi.
Pero el astro francés de 23 años acabó alicaído y derrotado en una épica final ante Argentina, zanjada por penales tras un empate 3-3 el domingo.
Al cabo de tres extenuantes horas en el estadio Lusail, Mbappé recibió en la cancha el consuelo del presidente francés Emmanuel Macron, quien bajó para la ceremonia de premiación.
“Kylian dejó su huella en esta final”, dijo el técnico de Francia Didier Deschamps. “Pero sintió una tristeza”.
Mbappé salió al rescate de Francia dos veces en el partido.
La primera fue cuando apenas quedaban 10 minutos por disputarse en el tiempo regular para los campeones defensores, abajo 2-0 en el marcador. Hasta entonces, el atacante había estado prácticamente desaparecido.
Pero sus dos goles en menos en 97 segundos — un penal a los 80 minutos y una volea desde el costado izquierdo a los 81 — resucitaron a la selección francesa y forzaron la prórroga.
Otro penal suyo — convertido a los 118 — niveló el trepidante duelo luego que Messi había restablecido a la ventaja para Argentina con su segundo gol de la noche.
La tripleta de Mbappé fue apenas la segunda en una final mundialista y la primera desde el inglés Geoff Hurst en 1966.
Se marcha de Qatar con la Bota de Oro al máximo anotador con ocho goles. A su corta edad, quedó a un tanto de igualar al mítico Pelé con 12 dianas en los mundiales.
Pero Mbappé no pudo emular el doblete de títulos del ícono brasileño. Ambos astros eran adolescentes cuando ganaron su primero, Pelé en 1958 y Mbappé en 2018.
Un minuto antes que Mbappé le dio un vuelco al partido, los hinchas de Argentina habían empezado a mofarse de él. Los "olés" desde las gradas del estadio Lusail empezaron a retumbar cuando Mbappé seguía despistado en medio del domino argentino.
Aunque Mbappé tomó la responsabilidad de ejecutar el primer lanzamiento de la tanda de penales y lo transformó, Francia sucumbió 4-2. Argentina, con Messi de primero, convirtió los cuatro que disparó.
Mbappé asumió otra la condición de líder de Les Bleus, asegurándose ser el primero en darle consuelo a sus compañeros Kingsley Coman y Aurélien Tchouaméni tras fallar sus ejecuciones.
Cuando el argentino Gonzalo Montiel se acercó a cobrar el penal decisivo, Mbappé se agachó desde el círculo central. Se fue caminando solo mientras los argentinos celebraban.
Deschamps se le acercó para consolarle. Pero Mbappé se fue directo a la banca y estiró las piernas, llevándose la casaca de azul oscuro sobre el rostro para tapar sus emociones.