MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El guardameta argentino recibió este castigo por producirse con violencia leve hacia el cuerpo arbitral ya que, según recogió el acta de Alejandro Hernández Hernández, "empujó a un compañero de equipo" para que este impactase con el árbitro canario. El club gaditano presentó alegaciones por considerar que había "error material manifiesto", pero Competición las desestimó y dictaminó esta suspensión mínima entre el rango de 4-12 por no existir "un ánimo agresivo".
Por su parte, el lateral del Cádiz fue sancionado por golpear "con su mano en la cabeza de un adversario" cuando el encuentro ya había finalizado. El club también presentó recurso pero fue igualmente desestimado.
Además, el organismo de la RFEF también suspendió con cuatro encuentros a Diego Ribera, uno de los ayudantes del técnico Sergio González, con dos a Manuel Bocardo, entrenador de porteros, y multó con 1.500 euros al Cádiz por permitir la presencia en el campo de Juan Cala, que no tiene ficha.
El conjunto cadista reaccionó a estas sanciones y, aunque recordó su "absoluto respeto a los órganos disciplinarios de la RFEF", recalcó que le resultaban "absolutamente injustas y contrarias a Derecho, además de desproporcionadas, excesivas y claramente lesivas" para la entidad y las personas sancionadas.
"Es por ello que, a los efectos de preservar y proteger los derechos e intereses de nuestros futbolistas y personal técnico, así como los del propio club, en un momento determinante y de absoluta trascendencia para la entidad y el devenir de la competición, los servicios jurídicos del presentarán las alegaciones correspondientes, a fin de evitar que la entidad y nuestros jugadores se vean gravemente perjudicados por una resolución que, en nuestro entendimiento, es completamente injusta y contraria a derecho", sentenció.
