El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, ha sostenido este lunes que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) no quiere liberar a mujeres que tiene retenidas desde el 7 de octubre por temor a que denuncien casos de violación por parte de milicianos.
“La razón por la que esta pausa (humanitaria) fracasó es que no quieren que esas mujeres puedan hablar sobre lo que les sucedió durante su tiempo en custodia”, ha aseverado durante una rueda de prensa en la que se le ha preguntado sobre las denuncias de violencia sexual como arma de guerra.
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Miller ha indicado que no tiene una evaluación independiente pero sí que ha visto los informes de que Hamás ha cometido violaciones, por lo que no tiene “ningún motivo para dudar de esos informes” y ha remarcado que Hamás llevó a cabo “todo tipo de atrocidades” desde el 7 de octubre, cuando atacó el sur de Israel matando a mil 200 israelíes y tomando a 240 personas como rehenes.
“La pausa humanitaria, que resultó en la liberación de rehenes, se negoció con unos términos muy claros, y fue que los niños y las mujeres serían la primera prioridad en ser liberados.
Cerca del final de la tregua, cuando nos acercábamos al final, Hamás todavía seguía reteniendo a mujeres que deberían haber sido las siguientes en ser liberadas y se negaron. Rompieron el trato, inventaron excusas para explicar el motivo”, ha explicado.
Tras esto, ha apuntado a que “ninguna de las excusas era creíble”, pero “ciertamente una de las razones por las que muchas personas creen que se negaron a liberarlas es que no querían que la gente escuchara lo que esas mujeres tendrían que decir públicamente”.
“Zonas protegidas”
Por otro lado, el portavoz del Departamento de Estado ha celebrado la “mejora” del Ejército de Israel en la nueva fase de sus ataques en la Franja de Gaza, que desde el domingo incluyen la incursión terrestre en el sur del enclave, donde se encuentran miles de palestinos desplazados por las órdenes de las autoridades israelíes.
“Una de las diferencias que el Gobierno israelí ha propuesto de ahora en adelante es que hay instalaciones designadas por la ONU en Jan Yunis, en la ciudad de Rafá, en el centro de Gaza y en el sur, donde las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han ordenado que la gente se refugie.
Eso lugares están en listas de zonas de desconflicto que no deberían ser objetivo de campañas militares. Así que hemos visto una mejora, al menos una intención, en sus planes, veremos cómo se ejecuta”, ha declarado.
Pese a que Israel ha bombardeado zonas que previamente había indicado que eran lugares seguros, como cuando ordenó a los civiles trasladarse del norte hacia el sur del enclave, Washington ha pedido a la población civil que acuda a estos sitios designados por la ONU para refugiarse de la campaña militar israelí.
No obstante, se teme que estos lugares se masifiquen de tal forma que no haya capacidad ni recursos para tratar a las decenas de miles de personas que pueden dirigirse a ellos.
“Cuando se trata de elegir entre estar en área que está sufriendo importantes operaciones de combate o evacuar a un centro administrado por Naciones Unidas, ya sea un centro de refugiados u otra instalaciones donde se pueda conseguir comida, agua y medicinas, ciertamente la elección es bastante clara”, ha afirmado tras ser cuestionado sobre si estos lugares son opciones viables para los civiles.
No obstante, ha reconocido que “las condiciones siguen siendo bastante difíciles”, por lo que están tratando de aumentar el nivel de ayuda para abordar la cuestión humanitaria. Para ello, el enviado especial de Estados Unidos, David Satterfield, se encuentra en la región donde mantiene conversaciones diarias con las agencias de la ONU con el objetivo de aumentar la ayuda.
”Les vendría bien más ayuda. Les vendría bien más capacidad, y es algo que estamos tratando de ofrecer en lo que es, por supuesto, un entorno muy desafiante”, ha indicado Miller.