La temporada de invierno ha llegado, y con ella, las bajas temperaturas que pueden incidir en un aumento del dolor o incluso en la aparición de algunas dolencias, especialmente crónicas como reumáticas, artrosis, artritis o fibromialgia. Incluso puede afectar a quienes padecen migraña.
El dolor en los huesos durante el invierno es un fenómeno que muchas personas experimentan, Rocío Guillén, médica adscrita a la Clínica del Dolor del Instituto Nacional de Cancerología, y Ángel Juárez, presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD) explicaron que hay varias razones:
1. Temperaturas Frías: El frío puede afectar la densidad de los tejidos en el cuerpo, incluyendo los tejidos alrededor de las articulaciones. Esto puede provocar rigidez y dolor en los huesos, especialmente en personas con condiciones como artritis.
2. Cambios en la Presión Atmosférica: Durante el invierno, la presión atmosférica a menudo disminuye, lo que puede afectar a las articulaciones y causar dolor.
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3. Actividad física reducida: En invierno, es posible que las personas sean menos activas físicamente debido al clima frío. La falta de actividad puede contribuir a la rigidez y al dolor en las articulaciones y huesos.
4. Deficiencia de vitamina D: La exposición reducida al sol durante el invierno puede llevar a una deficiencia de vitamina D. Esta vitamina es crucial para la salud ósea, y su falta podría contribuir al dolor en los huesos.
5. Humedad baja: los climas fríos suelen ir acompañados de baja humedad, lo que puede resecar las articulaciones y contribuir al dolor.
La médico anestesiólogo explicó en conferencia de prensa, que la propuesta de tratamiento para el dolor crónico incluye medidas farmacológicas, como el empleo de antiinflamatorios no esteroideos y analgésicos simples; y cuando el dolor es severo, el empleo de un analgésico opioide puede ser una opción.
Según el Estudio Nacional sobre la Salud y Envejecimiento en México, el 41.5% de los adultos mayores de 50 años reportó sufrir dolor, siendo más frecuente en mujeres con el 48.3% de los casos.
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Medidas para reducir el dolor crónico
La expertos dieron las siguientes recomendaciones para que la población tenga una temporada invernal sin dolor:
- Vestimenta adecuada: usar ropa abrigada, especialmente en las articulaciones afectadas, para mantener el calor corporal y reducir la rigidez.
- Calentamiento antes de salir: realizar ejercicios suaves de estiramiento o caminar dentro de casa antes de salir al aire frío para preparar las articulaciones y músculos.
- Mantenerse activo: a pesar del frío, mantener una rutina de actividades físicas adaptada a las capacidades individuales, ya que el ejercicio regula y puede ayudar a mantener la flexibilidad y reducir el dolor.
- Uso de dispositivos de calefacción: aplicar calor localizado con almohadillas térmicas o mantas eléctricas en las áreas afectadas para aliviar la rigidez.
- Hidratación adecuada: beber suficiente agua, ya que la deshidratación puede agravar los síntomas.
- Evitar cambios bruscos de temperatura: protegerse del viento y la humedad, ya que estos factores pueden aumentar la sensación de frío y empeorar los síntomas.
- Consulta con el médico: para ajustar el plan de tratamiento según sea necesario y recibir orientación específica para el invierno.
- Considerar suplementos: consultar con el médico sobre la posibilidad de tomar suplementos que puedan beneficiar la salud de las articulaciones, como omega-3 o vitamina D.
Alan Barrell, director médico para Latinoamérica de la farmacéutica Chinoin, señaló que al seguir estos consejos, se puede ayudar a minimizar el impacto del clima frío en los dolores reumáticos y mantener un mejor control sobre la condición durante la temporada invernal.