En Rumania se repetirán el domingo las elecciones presidenciales anuladas en diciembre de 2024. El favorito es un candidato prorruso de extrema derecha.Rumania vive un momento crucial. Este 4 de mayo tendrá lugar una de las elecciones más importantes de la era postcomunista del país: la repetición los comicios presidenciales anuladas en diciembre del año pasado.
El presidente rumano no tiene mayores atribuciones en política interna, pero sí algunas en política exterior, y es una figura influyente. Por primera vez desde la caída de la dictadura de Ceausescu, a fines de 1989, el favorito para ocupar el cargo es un antiguo hooligan, de ultraderecha, George Simion. Su principal rival, Crin Antonescu, se asocia a los problemas que aquejan por décadas a la democracia rumana.
Independientemente de quien gane, el país se dirige hacia un futuro complejo e inseguro. Rumania es el integrante de la Unión Europea que tiene la frontera más larga con Ucrania y percibe la guerra más de cerca que otros, con misiles que a veces sobrevuelan su territorio, drones que caen en el delta del Danubio y frecuentes provocaciones rusas en el Mar Negro.
Simulacro de democracia
Los factores que llevaron a la actual constelación electoral parecen en parte casuales, y en parte inevitables. En noviembre de 2024 ganó sorpresivamente la primera ronda de los comicios Calin Georgescu, un esotérico, adepto a las teorías de conspiración, ultraderechista prorruso y apologeta del fascismo legionario cristiano-ortodoxo de entreguerras.
Una de las razones de ese triunfo inicial fue su hábil uso de las redes sociales, sobre todo de TikTok. Pero el motivo de fondo fue, sin embargo, la frustración de la sociedad por el estado de las cosas. La democracia rumana es, en buena medida, un simulacro formal, sin contenido. Desde hace décadas dominan el país camarillas políticas que se reparten entre sí los recursos, sirven a sus clientelas, dirigen la Justicia y otras instituciones estatales e impiden gobernar en forma responsable y orientada al futuro.
Tres fuerzas gobiernan el país desde hace tiempo, en constelaciones variables. Por un lado, están los postcomunistas socialdemócratas (PSD), que solo lo son de nombre y actúan como nacionalistas tradicionalistas. Por otro, están los nacional-liberales (PNL), que no tienen prácticamente nada que ver con el clásico liberalismo político y económico. En tercer lugar, figura el Partido de la Minoría Húngara (UDMR), que ha pasado a ser un apéndice del partido del primer ministro Viktor Orbán. Tras las elecciones parlamentarias de diciembre, los tres partidos formaron una coalición.
Tras el triunfo de Georgescu en la primera ronda electoral, en noviembre de 2024, los comicios fueron anulados por el Tribunal Constitucional, con el argumento de financiamiento ilegal de la campaña e intromisión foránea, presuntamente de Rusia. Posteriormente, en marzo de 2025, fue vetada la candidatura de Georgescu para las nuevas elecciones.
Avance de la ultraderecha
En su lugar se presenta George Simion, de 38 años, el político de ultraderecha más conocido del país. En 2019 fundó el partido Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), que aspira a una Gran Rumania, que incluiría a la república de Moldavia y algunos territorios ucranianos. En los comicios parlamentarios de noviembre, la AUR obtuvo cerca del 18 por ciento de los votos. Junto con otros dos partidos, el bloque de ultraderecha ocupa cerca del 35 por ciento de los escaños parlamentarios.
Actualmente, Simion encabeza las encuestas con más de un 30 por ciento de apoyo. El segundo lugar lo comparten Crin Antonescu (de 65 años) y el alcalde de Bucarest, Nicusor Dan (de 55). Antonescu, candidato de la coalición de PSD, PNL y UDMR, supera a Dan levemente en la mayoría de los sondeos, pese a que representa, sobre todo, el pasado de clientelismo y corrupción. Nicusor Dan, por su parte, es un liberal progresista, independiente y matemático de profesión. Se lo considera honesto, pero no muy exitoso en su labor como alcalde. A la cuarta candidata, Elena Lasconi, no se le atribuyen posibilidades, ya que su partido le quitó apoyo, para dárselo a Nicusor Dan.
La elección del domingo probablemente no se defina en la primera ronda, ya que ninguno de los candidatos parece estar en condiciones de alcanzar la mayoría absoluta. La segunda vuelta está programada para el 18 de mayo.
(ers/gg)