El ciudadano británico de ascendencia india, quien perdió a su hermano Ajay en el accidente del vuelo AI 171, expresó en una entrevista: “I wish I was not alive” (“Desearía no estar vivo”), evidenciando un intenso trauma y la culpa que siente al ser el único sobreviviente.
Ramesh, de 40 años, contó que intentó ubicarse junto a su hermano, pero debido a una restricción en los asientos, terminó ocupando el asiento 11A cerca de una salida de emergencia. “Fue un milagro”, dijo para describir la situación en la que la puerta se desprendió, permitiéndole huir entre los restos.
Narró un momento impactante: luces verdes y blancas parpadeando, “la aeronave se quedó suspendida en el aire durante 5 a 10 segundos” y posteriormente se estrelló contra una edificación de la facultad de medicina en Ahmedabad.
El sobreviviente ahora lleva consigo un profundo sentimiento de culpa por no haber podido rescatar a su hermano: “No me gustaría seguir vivo” expresa la profunda angustia emocional que está experimentando. También, fue testigo de la muerte de más de 240 individuos a bordo y de varias personas en tierra, y actualmente sufre por seguir con vida mientras enfrenta el dolor de su familia en India.
De acuerdo con fuentes oficiales, la causa del siniestro podría estar vinculada a fallos en los motores o en los sistemas eléctricos, ya que la turbina de emergencia (RAT) se activó antes del choque. Las pesquisas siguen adelante, y Vishwash confía en que su declaración contribuirá a entender lo sucedido y a prevenir futuros desastres.
Este relato añade un aspecto humano esencial al estudio del accidente, demostrando cómo la supervivencia puede transformarse en una significativa carga emocional, un conflicto existencial que trasciende el mero milagro de haber sobrevivido físicamente.