El exmilitar nicaragüense Roberto Samcam, quien había denunciado una red de espionaje contra opositores refugiados en Costa Rica, murió asesinado en San José.El asesinato el jueves (19.6.2025) del exmayor del ejército sandinista Roberto Samcam, opositor al Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, puso en alerta a la comunidad nicaragüense refugiada en Costa Rica. Defensores de derechos humanos afirman que la "represión transnacional”, ordenada desde Managua contra los exiliados, ya ha comenzado.
Roberto Samcam, de 66 años, murió tras recibir el impacto de ocho balazos, según informó la Policía costarricense. Se dice que el presunto sicario, fingiendo ser un repartidor, burló la vigilancia del residencial y logró llegar hasta la puerta de su casa, donde le disparó a quemarropa.
El exmilitar y su familia residían en Costa Rica desde julio de 2018, después de huir de Nicaragua, donde participó en las protestas de ese año contra Ortega. Por tal razón, fue confiscado y despojado de su nacionalidad y, al igual que cientos de opositores más, obtuvo la ciudadanía española. Desde su exilio, Samcam acusó al ejército de prestar armas y francotiradores a la policía para reprimir las manifestaciones civiles.
En su libro Ortega, el calvario de Nicaragua, publicado en 2021 en Costa Rica, Samcam reveló la participación de altos jefes castrenses, incluyendo al general Julio César Avilés y buena parte de la comandancia, en la organización de unos 3.000 paramilitares que Ortega lanzó a las calles en la llamada Operación Limpieza, donde centenares de civiles fueron asesinados.
"Roberto era una voz poderosa de denuncia contra la dictadura”, expresó entre lágrimas Claudia Vargas, su viuda, quien demandó a las autoridades de Costa Rica que el crimen se investigue a fondo y se haga justicia.
"Roberto Samcam fue una de las pocas personas que denunció de forma concreta al ejército de Nicaragua y lo involucró como partícipe de la represión y las ejecuciones extrajudiciales cometidas desde 2018”, dice a DW Salvador Lulio Marenco, directivo del Colectivo de Derechos Humanos "Nicaragua Nunca Más”, con sede en San José.
Espionaje sin fronteras
En distintos medios de prensa, Samcam acusó al actual canciller sandinista, Valdrac Jaentschket, de haber organizado en Costa Rica una red de espionaje desde la embajada nicaragüense, con el objetivo de perseguir a los miles de opositores a Ortega, desde periodistas, abogados, exmilitares, campesinos, estudiantes hasta sacerdotes desterrados por el Gobierno de Managua.
En esa misma red, cayeron casi una docena de disidentes desde fines de 2022, entre ellos el opositor Joao Maldonado, que, junto a su esposa, sobrevivió a dos atentados con bala en San José en 2021 y 2024. También el estudiante y excarcelado Erick Castillo, asesinado en Guanacaste en 2023, y el líder campesino Jaime Luis Ortega, asesinado en Upala en octubre de 2024, según un informe del Monitoreo Azul y Blanco, realizado por organizaciones opositoras en el exilio.
Previamente, en junio de 2022, fue ejecutado en Honduras Rodolfo Rojas Cordero, un opositor originario de la ciudad nicaragüense de Jinotepe, al igual que Samcam y Maldonado. "Por esas lamentables ironías de la vida, Roberto Samcan venía desde hace tiempo denunciando la represión transnacional y ahora es una de sus víctimas”, expresa Marenco.
En una de sus últimas entrevistas, el exmilitar reveló el modus operandi del gobierno de Nicaragua para perseguir a sus detractores allende las fronteras: vigilancia y asedio, viajes de espías y operadores políticos y, finalmente, contratación de sicarios para eliminar a los opositores.
Marenco dice que, si bien el asesinato es "la expresión máxima de la represión transnacional”, el Colectivo de Derechos Humanos ha recibido denuncias de nicaragüenses víctimas de otras prácticas represivas en Costa Rica, como amenazas, hostigamientos y persecución por parte de personas enviadas desde Nicaragua.
"Por lo tanto, no hay ninguna duda que el asesinato de Samcam, una voz de denuncia activa contra el ejército de Nicaragua, fue orquestado y dirigido por la dictadura”, enfatiza.
Exiliados solicitan protección
Tras el asesinato de Roberto Samcam, medio centenar de exiliados pidieron en un comunicado "justicia y protección internacional”, pues temen ser alcanzados por lo que llaman "los crímenes sin fronteras” del régimen de Ortega y Murillo.
"Roberto era nicaragüense de nacimiento, español por ley y refugiado protegido por el derecho internacional. Su historia refleja la persecución que sufrimos quienes hemos sido forzados al exilio y despojados de nuestra identidad jurídica", señalaron en el comunicado.
Entre los exiliados firmantes, figuran la reconocida poeta Gioconda Belli, el periodista Carlos Fernando Chamorro y la excomandante guerrillera Dora María Téllez.
Para esta última, el crimen contra Samcam representa el inicio de "una noche de cuchillos largos”, en la que el Gobierno pretendería enviar un mensaje a otras voces críticas en la oposición, especialmente a los militares activos o en retiro que podrían entorpecer los planes de Rosario Murillo de perpetuarse en el poder una vez que su marido Ortega ya no esté.
"Ortega y Murillo han pasado a una nueva fase, la de los asesinatos selectivos, y están dispuestos a hacer cualquier cosa en cualquier parte. Esto pone en peligro a los exiliados nicaragüenses en Costa Rica, en Estados Unidos, en España o en México, que no deben bajar la guardia”, advierte Téllez.
El Gobierno de Nicaragua y los medios oficialistas han guardado silencio sobre este caso. Las autoridades de Costa Rica dijeron que investigan los hechos y esperan tener un resultado a la brevedad.
(ms)