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"Gerrymandering" en Texas provoca fuga estratégica de demócratas

Legisladores demócratas tejanos realizan conferencia de prensa junto al gobernador JB Ptrizker de Illinois tras abandonar el estado de Texas en protesta por distritación partidista de republicanos. DW

Legisladores demócratas de Texas abandonaron el estado para afectar el quórum e impedir la elección de un polémico plan de redistribución electoral impulsado por la mayoría republicana.El republicano Donald Trump ejerce desde hace seis meses y medio la presidencia de Estados Unidos. Desde entonces, mantiene en vilo a la economía mundial con nuevos aranceles, ha sacudido los cimientos de la democracia, ha restringido significativamente los derechos de la comunidad LGBTQ+ en Estados Unidos y ha endurecido la política migratoria.

Solo en contadas ocasiones se ha evidenciado la resistencia contra Trump y las políticas de su partido. Para que quede registrado tiene que ser algo enfático, como el “No Kings Day” el 14 de junio de 2025, cuando millones de personas protestaron en todo el país contra el comportamiento de Trump, a quien criticaron de actuar más como un monarca todopoderoso y no como un presidente elegido democráticamente.

Ahora, una nueva acción tiene lugar en Texas por parte del partido opositor de los demócratas. Más de 50 legisladores demócratas de la Cámara de Representantes de Texas (la cámara baja del parlamento estatal) abandonaron el estado el domingo para impedir que se realice una votación. El Congreso estatal en Austin solo puede votar sobre proyectos de ley si hay una mayoría de dos tercios de los legisladores presentes. De los 150 escaños, los demócratas ocupan 62, y según informes, al menos 51 de ellos han abandonado el estado y si no hay quórum, no hay votación.

¿Qué se elige en Texas?

El conflicto surge a raíz de un tema recurrente en la política estadounidense: la redistribución de los distritos electorales. Trump quiere que Texas redibuje sus límites distritales antes de las elecciones intermedias de noviembre en 2026. En estas “midterms” se elige a los miembros de la Cámara de Representantes del gobierno federal. Actualmente, los republicanos tienen el poder en EE. UU., ya que controlan el Ejecutivo y la mayoría en ambas cámaras del Congreso, la de Representantes y del Senado.

Cada estado tiene dos senadores, pero en la Cámara de Representantes el número de legisladores varía según la población. El segundo estado con mayor número de representantes es Texas con 38, es decir 38 distritos. En cada distrito rige el sistema de mayoría simple: si el 51 % vota por el candidato A y el 49 % por el B, el A gana y representa al distrito en Washington D.C. En este sistema mayoritario la minoría queda completamente excluida, a diferencia del sistema proporcional (como en Alemania).

Actualmente, 25 de los 38 representantes texanos en la Cámara de Representantes de EE.UU. son republicanos. Trump y su partido quieren mantener o aumentar esa mayoría, por lo cual buscan redibujar los distritos a favor de los republicanos, mediante una práctica conocida como “gerrymandering” o distritación partidista.

¿Qué es el "gerrymandering"?

El término proviene de 1812, cuando el gobernador de Massachusetts, Elbridge Gerry, ordenó nuevas delineaciones limítrofes entre los distritos del estado. Uno de los distritos resultantes parecía una salamandra, lo que llevó a un periódico a llamarlo “Gerry-mander”.

Al trazar los límites de los distritos, se puede manipular los resultados electorales donde predominan votantes republicanos (conservadores, mayoritariamente blancos o con menor nivel educativo) o demócratas (progresistas, a menudo afroamericanos o con estudios universitarios), y así determinar cuáles y cuántos distritos favorecen a cada grupo.

¿Es legal el "gerrymandering"?

El parlamento de Texas tiene una mayoría republicana y el gobernador, Greg Abbott, también es republicano. Por ende, se da por hecho que la redistribución se aprobaría si se logra votar.

El “gerrymandering” no es ilegal, forma parte de la práctica política en Estados Unidos. En 2019, la Corte Suprema de EE.UU. dictaminó que los tribunales federales no pueden decidir si la redistribución de distritos es justa para ambos partidos. Algunos tribunales estatales también han declarado que no pueden intervenir en asuntos partidistas.

La responsabilidad de trazar los distritos recae en el gobierno estatal (como en Texas), en comisiones especiales (como en California o Michigan), o en tribunales (en algunos estados). Seis estados tienen poblaciones tan pequeñas que solo eligen un representante federal, por lo que no enfrentan este dilema.

¿Qué pasará ahora en Texas?

El gobernador Abbott declaró que los demócratas que salieron del Texas han perdido el derecho a sus escaños porque “no están haciendo el trabajo para el que fueron elegidos”, declaró. En una entrevista con Fox News, dijo que su comportamiento es “anti-texano” porque: “Los texanos no huimos de una pelea”.

No está claro si Abbott puede destituir legalmente a los legisladores. Sin embargo, podrían recibir multas por violar las reglas legislativas. Actualmente, se les amonesta una multa de 500 dólares por cada día que falten al Congreso de Texas.

Además, Abbott puede convocar sesiones extraordinarias del parlamento estatal indefinidamente. Así que, cuando los demócratas regresen, aún podría celebrarse la votación.

Abbott también ordenó a la policía estatal localizar y arrestar a los legisladores demócratas. Una medida que fue aprobada por la Cámara de Representantes de Texas.

Pero fuera del estado, los agentes no tienen autoridad, y la mayoría de los legisladores se encuentran en bastiones demócratas como Chicago, Nueva York y Boston. Algunos de los legisladores demócratas entrevistados han dicho que regresarán a Texas en un par de semanas cuando acabe la sesión legislativa especial y que las amenazas de arresto son simples tácticas de miedo. Por ahora, no parece haber una solución cercana al estancamiento político en Texas.

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