Una ciudad de la región del Ruhr utiliza métodos inusuales para atraer a trabajadores cualificados del extranjero. Una Oficina de Bienvenida coordina la incorporación de los nuevos residentes.Según datos del Instituto de Economía Alemana (IW), ya existe un déficit de más de 530.000 trabajadores cualificados en Alemania y podría llegar a los cinco millones para 2030. Bochum, ciudad de la región del Ruhr, en Renania, también está convencida de que, para detener el declive demográfico y el estancamiento económico, es necesario contratar trabajadores y trabajadores cualificados del extranjero.
Y es que la perspectiva de futuro que la ciudad, junto con la Agencia Federal de Empleo, esbozó hace un par de años fue desalentadora. "En los próximos diez años, más de 30.000 empleados sujetos a cotizaciones a la Seguridad Social en Bochum alcanzarán la edad media de jubilación y, por lo tanto, abandonarán el mercado laboral", declaró desde el Ayuntamiento de la ciudad Dominik Kluba a DW.
Tras este análisis, varias instituciones se unieron en un esfuerzo concertado no sólo para encontrar trabajadores extranjeros cualificados, sino también para animarlos a quedarse en Bochum tras su llegada. Esta tarea se ha llevado a cabo específicamente mediante la denominada Oficina de Bienvenida.
Bajo el paraguas de esta Oficina de Bienvenida de Bochum, además de la ciudad, la Cámara de Industria y Comercio de la Región Central del Ruhr (IHK), la Agencia Federal de Empleo, la Cámara de Artesanos de Dortmund y la Universidad del Ruhr actúan como interlocutores interconectados, explica Kluba, que además es director de la sede.
Enseguida quedó claro que se necesitarían diversos socios y colaboradores para ofrecer una asistencia integral, desde la convalidación de la formación hasta la búsqueda de alojamiento. No fue necesario convencerlos mucho: en el plazo de un año se alcanzó un acuerdo.
Desde cursos de idiomas a búsqueda de vivienda
Las responsabilidades de la Oficina de Bienvenida también incluyen el apoyo a las empresas que contratan a trabajadores cualificados extranjeros. "Si las empresas informan que un trabajador cualificado llegará a Bochum en dos o tres meses, nos contactan con antelación. Porque es entonces cuando ya se están considerando cuestiones como la búsqueda de alojamiento y, posiblemente, el cuidado de los niños", explica Kluba. Incluso en esta fase previa, pueden actuar como puente.
Kluba y su equipo colaboran a través de canales oficiales directos con la Oficina Familiar, la Oficina de Ciudadanía y la Oficina de Inmigración de la ciudad, así como con la Universidad del Ruhr y las empresas inmobiliarias.
Para conseguir una llegada con las menores fricciones posibles, la Cámara de Industria y Comercio ha contratado a tiempo completo al consultor Frank Chuchrak, que se asegura de que las cualificaciones obtenidas en el extranjero sean reconocidas rápidamente por las autoridades competentes. Chuchrak declaró a DW que los trabajadores cualificados que buscan se verían abrumados por la maraña de trámites burocráticos alemanes si tuvieran que hacerlos solos.
"Está la cocinera polaca, pero también la dentista venezolana. Y dependiendo de las cualificaciones que traiga la persona, hay muchos organismos diferentes responsables del reconocimiento", explica. Porque sin dicho reconocimiento, el acceso al mercado laboral alemán permanece bloqueado.
Los empleadores también buscan asesoramiento
Ya se han realizado más de 400 consultas en la Oficina de Bienvenida de Bochum. La Agencia Federal de Empleo también ayuda a los empleadores que buscan personal extranjero. La nueva Ley de Inmigración Cualificada ofrece muchas oportunidades, pero su implementación no es precisamente fácil, afirma Gabriel Brandenberg, de la Agencia Federal de Empleo de Bochum.
Actualmente, existe una gran demanda de fisioterapeutas, por ejemplo. Las clínicas que buscan este tipo de trabajadores cualificados pueden acceder activamente al servicio central de colocación de extranjeros y especialistas de la Agencia Federal de Empleo y solicitar la colocación directa. "Esto nos permite recomendar rápidamente personas a los empleadores, conversar con ellas y luego llevar a cabo el proceso de selección juntos", afirma Brandenberg.
Objetivo: animarles a quedarse
La oportunidad de encontrar a todos los interlocutores en un único lugar convenció de inmediato a Lara Stirnberg. Trabaja en Diakonie Ruhr, una organización benéfica perteneciente a la iglesia que brinda apoyo a personas mayores, enfermos, niños, jóvenes y refugiados.
Stirnberg es responsable de supervisar la formación cualificada de enfermería de los trabajadores extranjeros. "Aquí, tengo la oportunidad de acompañar a todos a la Oficina de Bienvenida el primer día. Todo se hace de una sola vez. Rara vez se necesitan más de una cita", explica.
Lara Stirnberg pronto llegará a la Oficina de Bienvenida con nuevos clientes, ya que su organización da la bienvenida a 40 nuevos trabajadores extranjeros cada seis meses. "Tenemos varios becarios de India, Turquía, Marruecos, Túnez, Vietnam y China. Ya no podemos prescindir de ellos. De cara a los próximos años, hay que decirlo claramente: dependemos de ellos".
Esto no se limita al ámbito de la enfermería. En una ciudad universitaria como Bochum, también se trata de animar a los graduados universitarios extranjeros a quedarse, enfatiza el director de la oficina, Kluba. "No solo queremos atraer a trabajadores cualificados del extranjero, sino también a quienes ya están aquí y acaban sus estudios".
Una cultura de bienvenida, y de permanencia, no se limita al mundo laboral. Según Sven Frohwein, de la Cámara de Industria y Comercio, también se trata de integración social. "Por ejemplo, a través del voluntariado, pero también a través de clubes deportivos y otras organizaciones para organizar el tiempo libre y hacer nuevos amigos".
El objetivo: establecerse en la nueva patria y, quizás, tras solicitar la ciudadanía alemana, quedarse para siempre. "Eso -afirma Thomas Sprenger, portavoz de la ciudad de Bochum- es exactamente lo que esperamos. Estaríamos muy contentos por ello".
(lgc/el)