En medio de una creciente controversia por los viajes internacionales de lujo protagonizados por figuras de Morena, una nueva escala del llamado #MorenaTour ha encendido las redes sociales. En esta ocasión, la diputada federal Sandra Anaya fue el centro de atención tras compartir un video en TikTok donde se le ve realizando ejercicio en la Muralla China.
Ante el revuelo causado, la legisladora publicó un video en el que aseguró estar trabajando en la cámara baja con el mensaje: “Como cuando la gente anda inventando que ando en China, pero aquí andamos trabajando”.
El polémico video fue compartido originalmente en la mencionada red social, pero pronto se viralizó en X, donde diversos usuarios comenzaron a cuestionar la pertinencia de este tipo de contenidos por parte de funcionarios públicos.
Aunque vacacionar no es ilegal, el contexto y el mensaje que proyectan estas publicaciones han generado fuerte indignación, especialmente considerando el discurso de austeridad que caracterizó al gobierno del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.
“No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, fue una de las frases más repetidas por el exmandatario, y que hoy muchos consideran que ha sido traicionada.
Las críticas no se han limitado a Anaya. En los últimos días, han circulado imágenes de otros funcionarios, legisladores y personajes cercanos a Morena disfrutando de viajes en destinos turísticos de lujo, lo que ha intensificado la polémica en redes y medios de comunicación.
Tokio, Ibiza y la cena en Madrid: la gira del privilegio
Uno de los casos que más atención ha generado es el del hijo del expresidente, Andy López Beltrán, quien fue fotografiado hospedándose en un hotel cinco estrellas en Tokio, Japón. La imagen ha sido ampliamente difundida y contrastada con el discurso del llamado “humanismo mexicano”.
A esta lista se suma Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de Morena, quien fue captado en un restaurante de lujo en Madrid, España.
Enrique Vázquez, diputado cercano a Monreal, también fue fotografiado en Ibiza, uno de los destinos vacacionales más costosos de Europa. Por su parte, Miguel Ángel Yunes Linares, expanista hoy aliado de Morena, fue visto en un exclusivo beach club en Italia.
Incluso el hijo menor de AMLO, Jesús Ernesto López Gutiérrez, fue captado disfrutando de la vida nocturna en Madrid.
Mientras algunos simpatizantes defienden el derecho de los funcionarios a vacacionar, la crítica más recurrente es la incongruencia entre los lujos y la narrativa de austeridad que fue clave para llevar a Morena al poder.
Durante años, la izquierda mexicana denunció los excesos de los gobiernos del PRI y del PAN, bajo la consigna de que los funcionarios debían “vivir como el pueblo”. Hoy, muchos ciudadanos ven en estos viajes una señal de que, una vez en el poder, la Cuarta Transformación ha adoptado prácticas que antes condenaba.
Diputado vota desde un avión y enciende el debate
Otro episodio del #MorenaTour fue protagonizado por el diputado federal Roberto Ángel Domínguez Rodríguez, quien participó en una sesión semipresencial de la Cámara de Diputados desde un avión en pleno despegue. El incidente ocurrió el pasado 31 de julio durante una votación sobre reformas a la Ley General de Salud y la Ley del Seguro Social.
Domínguez no sólo incumplió la solicitud de encender su cámara, sino que olvidó apagar su micrófono tras emitir su voto. En la transmisión se escucharon claramente las instrucciones de seguridad del vuelo: “Este avión es un Airbus A321, el cual tiene 10 salidas de emergencia…”
Este tipo de episodios ha sido interpretado como un símbolo de desconexión con la realidad del país. En medio de crisis de inseguridad, violencia e incertidumbre económica, muchos ciudadanos consideran que estos viajes envían un mensaje equivocado: el de un gobierno que se da lujos mientras la población enfrenta graves problemas.
En redes sociales, la percepción pública es clara; parte del movimiento que prometió gobernar diferente, hoy actúa igual, o peor, que aquellos a quienes tanto criticó.