La detención de David Pérez-Teofani, ocurrida el miércoles cerca del National Mall, se ha convertido en un fenómeno viral tras ser captada en video. Las imágenes muestran al mexicano descendiendo tranquilamente de una camioneta azul durante un alto de tránsito, para luego intentar huir.
Sin embargo, varios agentes federales y locales lo derriban rápidamente dejándolo tendido en el suelo. En medio de la detención, Pérez grita desesperado: ¡No soy un criminal! ¡Yo no debo nada! ¡Yo vengo de trabajar! ¡Quiero estar con mi familia!” y también se le escucha decir: ¡Me están lastimando!”.
Estas palabras han desatado miles de reacciones en redes sociales, desde apoyo hasta críticas hacia las autoridades por el uso de la fuerza.
Acusaciones graves contra el mexicano
Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Pérez enfrenta cargos por delitos sexuales contra menores. La subsecretaria Tricia McLaughlin informó en su cuenta de X: “Este inmigrante ilegal procedente de México fue detenido anteriormente en enero de 2024 en el condado de Fairfax por agresión sexual agravada a un menor de 13 años”.
McLaughlin expresó alivio de que “ya no esté en las calles de Washington D. C.”, agradeciendo al presidente Trump, la secretaria Kristi Noem y el ICE. El historial oficial detalla arrestos el 30 de enero de 2024 en Fairfax, Virginia, por agresión sexual agravada, delito grave de libertades indecentes y proposición de actos sexuales.
Además, la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que Pérez ingresó ilegalmente a Estados Unidos tres veces y tiene antecedentes graves. Pérez permanece bajo custodia federal, con una posible audiencia migratoria o penal en los próximos días. Las autoridades no han aclarado si será deportado o juzgado en el vecino país del norte.
El caso ha intensificado el debate sobre políticas migratorias, uso de fuerza y transparencia, en un contexto de operaciones federales impulsadas por Trump para combatir el crimen en su país.