La Policía Nacional de Filipinas (PNF) defendió hoy la legalidad de sus acciones que han llevado a la muerte de presuntos delincuentes, mientras crece la cifra de ejecuciones extrajudiciales.
Ronald «Bato» de la Rosa, jefe de la PNF, afirmó ante los comités senatoriales de Justicia y Derechos Humanos así como de Orden Público y Drogas Peligrosas, que cualquier oficial que viole la ley será investigado y castigado si procede.
De la Rosa también aseguró que la institución que encabeza es contraria a los llamados «vigilantes», grupos de desconocidos que toman la aplicación de la ley en sus propias manos y ejecutan a presuntos delincuentes.
Empero, datos oficiales y extraoficiales muestran que alrededor de la mitad de asesinatos registrados en el segundo semestre de este año, han sido cometidos por asesinos «desconocidos», indicó un reporte de Abs-cbn.
Este lunes ante los comités del Senado filipino, de la Rosa dijo que en operaciones policiales recientes, han muerto 718 sospechosos de tráfico de droga, mientras otros 300 murieron a manos de asaltantes desconocidos.
A su vez, un recuento del área de investigación de abs-cbn y el Research Group mostró que del 10 de mayo al 19 de agosto último, hubo mil 127 asesinatos relacionados con tráfico de drogas.
De esa cifra, 682 correspondieron a operaciones policiales y 351 a asaltantes sin identificación, además de que 94 cadáveres fueron encontrados lejos de los presuntos lugares donde ocurrieron los hechos.
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