A los hermanos mexicanos Simón, Luis Alfonso y José Regino González Villarreal se les ratificó su sentencia a morir en la horca en Malasia, luego de que la Corte Federal de ese país rechazó la apelación de la defensa de los connacionales.
La psicóloga forense Alina Archundia Ramírez explicó lo que pasa con las personas que son ejecutadas bajo esta modalidad, el tiempo que transcurre para dictaminar el fallecimiento, así como otros métodos que en la actualidad se usan para la pena capital alrededor del mundo.
Muerte por ahorcamiento
Durante el ahorcamiento se comprime la tráquea y las arterias carótidas, también se pueden lesionar las arterias vertebrales.
La muerte por este tipo de ejecución puede ocurrir por asfixia, provocada por la lengua obstruyendo la faringe. En este caso los ejecutados mueren en un rango de 2 a 3 minutos.
Por otra parte, la muerte también puede ser provocada por anoxia o hipoxia cerebral, cuando el nudo es anterior al cuello y apenas se afecta la vía respiratoria. En este caso se presionan las venas provocando la congestión de la sangre. También en esta situación, el ejecutado muere en un rango de 2 a 3 minutos.
Por último, una lesión menos frecuente también puede provocar la muerte de un individuo por ahorcamiento, es el caso de la fractura con afectación de la médula, que ocurre entre los ejecutados que caen desde muy alto, provocando lesión vertebral.
Decapitación
De acuerdo con la psicóloga forense Alina Archundia Ramírez, uno de los métodos más rápidos de ejecución es la decapitación
Si bien en la actualidad ya no existe la guillotina, la decapitación es una manera similar de imprimir ese castigo, aunque implica más dolor por el “repaso” que hace la espada o cuchillo en el cuello de la víctima, como si el ejecutor quisiera sacarle más filo para la siguiente víctima.
Evidentemente cortar el tramo de la columna vertebral que está en el cuello es lo más difícil de cortar por la dureza del hueso, así que por eso algunos prefieren empezar a cercenar por la parte delantera, aunque la realidad lo que buscan es causar más sufrimiento.
Una vez que se empieza cortar la piel, la sangre es visible, a veces lentamente, y otras rápida. Depende qué tan rápido muevan la espada o cuchillo, pero una vez llegando a la yugular el desangramiento es rápido, cuestión de segundos, y la víctima se desmaya para nunca despertar.
Una vez separada la cabeza del cuerpo, el cerebro conserva aún sangre y oxígeno por 15 segundos. De ahí la explicación de porqué algunas cabezas aún se mueven y gesticulan cuando están tiradas en el piso, o son levantadas como trofeos por sus ejecutores. Son espasmos involuntarios.
Silla eléctrica
Es una ejecución medianamente rápida y sin mucho dolor. El prisionero es atado a la silla con correas de metal y una esponja húmeda en la cabeza para ayudar a la conductividad.
Los electródos se colocan en la cabeza y la pierna para crear un circuito cerrado. Dependiendo del estado físico del preso, dos corrientes de diferente nivel y la duración son aplicadas.
Generalmente son 2 mil voltios durante 15 segundos para que la primera corriente causara la pérdida del conocimiento y detuviera el corazón.
La segunda corriente es generalmente reducida a 8 amperios. La corriente normalmente causa daños severos a los órganos internos y el cuerpo se calienta hasta los 59 °C.
Si bien, la inconsciencia del condenado a muerte debía producirse en el primer segundo o dos, hubo ocasiones en las que tomaba mucho más tiempo.
Además, como la piel se podía derretir sobre los electrodos y la persona a menudo perdía el control sobre las funciones corporales, es decir, esfínteres, la limpieza posterior a la ejecución era una tarea desagradable. La piel también a menudo se quema.
Inyección letal
Este método de ejecución integra tres sustancias en cantidades mortales, las cuales son: tiopental sódico, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio.
El concentrado se suministra por vía intravenosa (inyección) al sujeto, combinado con un químico paralizante.
El tiopental sódico es un barbitúrico de acción rápida que hace perder el conocimiento al preso, el bromuro de pancuronio es un bloqueador que paraliza el diafragma, lo que obstruye la respiración y el cloruro de potasio despolariza el músculo cardiaco provocando un paro cardiaco.
Se cree que este método causa una muerte rápida y sin dolor, pero diversos casos han puesto en duda esta información.
En el 2009, el condenado a muerte estadounidense Romell Broom sobrevivió a una inyección letal en Florida y su ejecución fue postergada una semana, luego de que el condenado ya había recibido 18 piquetes en varias partes del cuerpo.
Generalmente los ejecutados por este método mueren entre los 2 y 5 minutos posteriores a la primera inyección.
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